Día de la madre. Las madres escribimos. Probemos a hablar de
poemas de madre a hijo.
poemas de madre a hijo.
En 1975, año de la Transición política, mi hija mayor tenía 7
años y mi pequeño acababa de nacer; entre ellos tres, de 5, 4 y
3 años. Yo viví aquel cambio en Madrid y Madrid era una fiesta.
Aquel impulso que nos abría a un mundo de color, ya no en
blanco y negro, cambió nuestros esquemas. Creo que las mujeres
de mi generación que la vivimos ganamos no sólo en libertades
sino en amplitud de horizontes y de ambiciones. No es extraño
que, en aquella maravillosa convulsión, al menos yo, mujer,
mirara adelante, pensara, escribiera y me replanteara la vida. Y en
ella la maternidad, la mía. Un lío que pasó a mis preocupaciones
poéticas. De entonces hasta ahora la simbiótica relación, con su
cordón vital madre-hijo, hijo-madre, va conmigo.
y sembraré en tus nidos arpones y poemas
MATERNIDAD
Mío el cuerpo, la llave,
la duda, la placenta.
Mías las manos grávidas
que estrenan golondrinas o las truncan.
No vas a detenerme.
Soy el agua descalza donde fluyen, retoñan
los niños manantiales.
Hállame en la ternura
con que miran las hembras
a los árboles hombres,
en la sorpresa tímida
con que rompen los pájaros sus huevos.
Estoy dentro de ti,
savia ansiosa de rebrotar olivo,
pámpano renaciente.
No podrás alejarme,
te seguiré esperando
detrás de cada cuerpo de mujer
de cada cuna.
Hijo confuso,
garabato sin fecha aún, sin nombre,
déjame que te suelte
las alas. Sé tú ¿Vive!
Nunca serás ya mío.
Mía sólo la máxima grandeza, mía la cargazón
de decidir el rumbo de la nave
que te integre -vital- en la otra orilla
o naufrague en la nada.
(De Uvas Torrenciales, Madrid, Torremozas,1985)
POEMA AL HIJO
Aquel impulso que nos abría a un mundo de color, ya no en
blanco y negro, cambió nuestros esquemas. Creo que las mujeres
de mi generación que la vivimos ganamos no sólo en libertades
sino en amplitud de horizontes y de ambiciones. No es extraño
que, en aquella maravillosa convulsión, al menos yo, mujer,
mirara adelante, pensara, escribiera y me replanteara la vida. Y en
ella la maternidad, la mía. Un lío que pasó a mis preocupaciones
poéticas. De entonces hasta ahora la simbiótica relación, con su
cordón vital madre-hijo, hijo-madre, va conmigo.
ALGO
ASí COMO MATERNIDAD
Para
que tú me quieras, me hice fuentes, soy río
manantial
de sonrisas, lecho de piedras frescas.
Para
que tú me quieras, blanco puñal de leche
caliente
y diminuto pájaro, soy eterna.
Barro
tú florecido ¿qué camino de besos?
¿qué
luna de deseos te empujó hacia la tierra?
Para
que tú me quieras, encenderé tus brasasy sembraré en tus nidos arpones y poemas
y
sembraré en tus ojos lejanos y futuros
y
atizaré en tu fragua, rebeldes, las estrellas.
Para
que tú me quieras, necesito ser mía.
Mía.
Tan mía como sólo así de tan vuestra.
(“Cuadernos
de Poesía Nueva”, Madrid 1982)
MATERNIDAD
Mío el cuerpo, la llave,
la duda, la placenta.
Mías las manos grávidas
que estrenan golondrinas o las truncan.
No vas a detenerme.
Soy el agua descalza donde fluyen, retoñan
los niños manantiales.
Hállame en la ternura
con que miran las hembras
a los árboles hombres,
en la sorpresa tímida
con que rompen los pájaros sus huevos.
Estoy dentro de ti,
savia ansiosa de rebrotar olivo,
pámpano renaciente.
No podrás alejarme,
te seguiré esperando
detrás de cada cuerpo de mujer
de cada cuna.
Hijo confuso,
garabato sin fecha aún, sin nombre,
déjame que te suelte
las alas. Sé tú ¿Vive!
Nunca serás ya mío.
Mía sólo la máxima grandeza, mía la cargazón
de decidir el rumbo de la nave
que te integre -vital- en la otra orilla
o naufrague en la nada.
(De Uvas Torrenciales, Madrid, Torremozas,1985)
SEGUIDILLAS
PARA MARíA
(Aprende
a volar
que
las niñas no pueden
echarse
a llorar)
Ch
F
No
he de tratarte niña
como
a una flor
que
la flor se marchita
no
quiero no.
Llena
de vida
que
las niñas no pueden
vivir
pasivas.
Si
solo tu fragancia
queda
y tu olor
quien
te enseñe el destino
no
sea yo.
Es
la hermosura
armonía
y esfuerzo
luces
y brumas.
Serás,
niña María
tu
portavoz
con
tu propia cabeza
con
su razón
Hoy
tan chicuela
un
día tú has de serte
tu
propia dueña.
Hacia
tiempos difíciles
mi
niña irás
!Cómo
me gustaría
darte
el volar !
En
Soledad
a
través de los vientos
el
gavilán.
Salten
tus piececitos
mundos
abiertos
abracen
tus abrazos
los
pensamientos
¿Tal
vez error?
-
Lleva puestas las luces
del
corazón.
Pon
tu mano en mi mano
déjate
ir
tu
madre está contigo
niña
feliz
Y
aunque te quiero
¿conseguiré
evitarte
mi
desconcierto?.
Madrid
1982. Incluido posteriormente en el poemario (
Canciones De Amiga Y Otras Danzas,
Tudela, Traslapuente 2017)
POEMA AL HIJO
Las
lágrimas son diamante
hechas
de pena y de frío
que
se escapan por mi cara
cuando
un amor se ha perdido
-
Gonzalo-
Tus
palabras por ti o por mi llorando
acaso
son diamantes o son frío.
Las
lágrimas son un escape de interior fuerza
versos,
descontrolados arrebatos
descarnaciones,
carcajadas íntimas.
sólo
se vuelve lágrima la pena
si
está caliente el corazón y abierto
sin
ropa el corazón nos llega el frío.
Tú,
mi prolongación, ajeno y tuyo
abandonado
de mi carne, libre,
rompiste
ya mi mar, aunque reflejas
la
herencia de fluir
cargada
en la corriente de tus ojos
y
aunque yo reconozca
la
vibración de esa intuición poética
que
trasciende la mía
Coraje,
si algo propio
pudiera
descargar hoy me estremece
saberte
la pasión.
De
todo lo que soy es lo más puro
Hijo,
no te avergüences
Hazte
palabra, verso
intensidad,
diamante, fuego, piel
caso
pena y frío.
Mina
los sentimientos,
hondo
mar adentrado más hondo que la carne
corrosiva
potencia de alto fuego
en
propiedad ocultos
son
luz y riesgo
potestad
de vivirse a la intemperie
Mete
la mano, afuera el corazón, tállalo a pico.
Pule
todas las caras , su dureza
nunca
habrá de perderte.
Se
pierde el propio cuerpo, ágil
Puede
perderse el tacto deseado
jamás
el sentimiento
Es
la fuerza dinámica de los saltos de amor
la
que va transformando
el
verde corazón del mundo en energía.
(Madrid,
1986, incluido en el poemario Voces, inédito)
MALAS
NOTICIAS
A
Antxón
Vivir
lo que uno piensa
aunque
la vida larga
nos
empuje a la duda.
Mejor
no desdecirse, no mentir
no
mentirte aunque todos
tal
vez más adaptables, te abandonen.
Difícil
adentrarse
por
un camino ajeno
fuera
de tu sentido
pues
no es tu culpa.
pensar
de otra manera
No
es vanidad ni orgullo
el
saberse distinto. Es aceptarse
como
quien se acostumbra
y
asume su cojera.
Buscar,
hallar, errar con alegría
o
cansancio. Vivirse.
Aunque
la vida, práctica, nos ignore
nos
ponga el veto: Somos.
Vivir
sin abrumarse
paso
a paso, conforme.
Aún
con la la duda.
Pamplona 2012. Poema publicado en Traslapuente, inclen el poemario Voces, inédito
Crítica http://fueronuntiempo.blogspot.com.es/