sábado, 29 de octubre de 2022

APUNTES GASTRONÓMICOS








APUNTES GASTRONÓMICOS

Somos producto de encuentro y producto de encuentro es nuestra gastronomía. Es la gastronomía un arte y una ciencia y es un viaje largo que, paso a paso, introduce los productos en la sabiduría del gusto, ese quinto sentido que rara vez se pierde. Remite a una Historia evolutiva y se puede considerar, sin ningún complejo, Cultura. Es Cultura material, porque materiales son productos tangibles. E inmaterial porque, a pesar de todos los maravillosos recetarios, unas veces doctos y otras castizos, no se pueden detener en el tiempo. La gastronomía viene desde muy lejos, unos productos perecen, otros quedan, otros evolucionan, otros vienen. Irrumpen para quedarse y van hacia un futuro gastronómico nuevo y una nueva cocina.

La gastronomía se hace arte material, aunque pictórico, en los bodegones de los españoles Juan Sánchez Cotán, o Francisco de Zurbarán, así sabemos qué se servía en las mesas en el siglo XVII, es conocimiento. O en Pablo Picasso, que es juego; o en Antonio López que detiene el producto y lucha por plasmarlo en una naturaleza muerta. Y porque toda tradición tiene su continuidad, a la tradición se se adscribieron los pintores riberos José Serrano y Cesar Muñoz Sola, de Tudela y Jesús Lapuerta, de Cascante, y Pilar García, de Murchante, por citar alguno de los que me son más cercanos. Arte literario es el que cada año ofrece el olivo a la Cofradía del Aceite el poeta de Cortes Pepe Alfaro, siguiendo el canto de las Cosas del Campo del malagueño José Antonio Muñoz Rojas. Arte de conservar los rituales son los libros de cocina como los de Arraiza, Sarobe, Marín Royo, Angelita Alfaro, Uriz Bartolozzi y tantos otros, cada vez mejor editados. Y las Cofradías gastronómicas con su liturgia.  Arte inmaterial es la elaboración exquisita del producto con servicio de alta y nueva gastronomía navarra, que es lo que han hecho y siguen haciendo los prestigiosos cocineros navarros, cuyo nombre está en la mente de todos los conocedores de la buena mesa (que no voy a citar por no olvidar a alguno) de los que tanto presumimos en esta Cofradía del Aceite de Navarra.  La Gastronomía es Ciencia porque cada producto tiene su virtud, y alguno su cruz, y cada vez más investigadores estudian sus cualidades y las aportan al mundo del consumo y la industria. Somos lo que comemos, de ahí que un buen gastrónomo deba calibrar que debe o no poner en su mesa. Tenemos suerte porque cada vez más se aprecian las virtudes de nuestra huerta. Lo que ponemos es la gloria de los alimentos vegetales:  Espárragos, alcachofas, habas, cardos, brócoli, guisantes, coliflor, coles de Bruselas, berza, borrajas, alubia verde, rabanitos, pepino, endibia, ahicoria, acelga, espinacas, calabacín, calabazas, tomate y pochas. De los productores, los restauradores y del apoyo de las cofradías depende su excelencia y su continuidad. Cada producto nuestro tiene su propia trayectoria y conocerla es valorarlo mejor.

Han perecido algunos alimentos, que ya hacen historia pasada, por ejemplo, las anguilas del Ebro, esas cuya receta figuran en los libros de cocina de Víctor Manuel Sarobe: “Pochas con Anguila de Tudela” ¿Dónde están hoy las anguilas? Y aquellos cangrejos ibéricos tan ricos que podíamos coger a las orillas de los ríos, como el Queiles, y que también figuran en el mismo libro de receta: “Cangrejos de Cascante”, ¿a dónde fueron? Producto de la degradación del medio ambiente, del cambio climático y de la acción no siempre cuidadosa del hombre, un día fueron y hoy ya no son. Eso también es Historia. De nuestro respeto a la naturaleza dependerá que se agosten o conserven. Quedan todavía ranas, que a veces podemos encontrar en alguna tasca castiza, pero son casi memoria de lo que antes era habitual entre las cazuelicas. Y es que también el paladar evoluciona y exige. Y quedan los sabrosos caracoles picantes.

La gastronomía escapó de las guerras y la censura, por eso podemos ahondar en los orígenes históricos. Cuando un pueblo conquista a otro los vencedores cambian los dioses, cambian los libros serios y jocosos, cambian el idioma, pero la cocina casera primitiva queda. La hija, que ha aprendido de la madre a guisar de una determinada manera, sigue haciéndolo así. Las recetas perviven. Un recorrido por la España de las tres culturas nos muestra en sus recetas y en sus gustos culinarios sus orígenes. Almorzábamos un día en Cascante con el judío sefardí, presidente de Tarbut Sefarat,  Mario Sabán y se sorprendió gratamente al ver que en la carta figuraba la ensalada de achicoria. Se puso contentísimo: “Si la viera mi padre”, y es que, nos dijo, era uno de los alimentos favoritos de su patria, Siria. No hace falta decir que es la achicoria uno de los productos típicamente nuestros que hasta hace bien poco era para el resto de España desconocido. Nuestra riqueza gastronómica es la pluralidad de las fuentes de origen que, con el cuidado y en buen hacer se ha vuelto en Navarra pura delicadeza por su finura.

La Gastronomía es lo más globalizado de nuestra cultura, antes de que existiera esa palabra. Por el Ebro entro con los romanos el cultivo de aceite, que ya habían traído los griegos desde Creta a la España costera. Elixir de vida, son los olivos árboles míticos, cuyo origen se asocia a Mesopotamia y Egipto. Llega posiblemente de Creta con los griegos, se extiende por el Ebro con los romanos y se afianza con los árabes El Marqués de Griñón, en su publicación Oleum indaga en el origen del término:  “Oliva”, “olivo” vendrían de vocablo semítico Ulu, que más tarde se convertiría en Elaiwa, Elaia para los griegos y finalmente el Oleum, nombre del que derivan casi todas las acepciones europeas. Nosotros los españoles tenemos dos paternidades para denominarlo, porque en España de Al Ándalus, a la que perteneció la Ribera de Navarra hasta la conquista del Batallador, debe la cultura del aceite de mesa a los árabes que, al no poder utilizar grasas animales ni sebos en su alimentación, lo utilizaron como condimento. Esa costumbre alimenticia la heredaron los Monasterios. La oliva de la Ribera navarra, como la aragonesa, era variedad empeltre y en los libros notariales de transacciones y quien tenía un olivar tenía “una empeltrería”. Aquel aceite de olor vivo y algo amargo, buenísimo para los acostumbrados, con oliva ovalada y sabrosa hoy es en la Ribera multitudes de variedades como la arbequina, oriunda de Tarragona. Una evolución de los gustos de consumo y de producción.

La joya de la Ribera de Navarra es cada vez más su verdura. Es nuestro fuerte. Nuestra huerta nos ofrece un maravilloso producto y hay denominaciones de origen navarro. Pero nuestra huerta conoce la globalización, pues contiene en sus matas las aportaciones de otros continentes, en especial de África a Ámérica. De África, desde el siglo VIII, porque los invasores musulmanes, que habían conquistado los grandes imperios antiguos, nos legaron también sus alimentos.  Cuando un conquistador conquista un nuevo territorio, quiere reproducir su paraíso de infancia y, en ese paraíso, le es importantísimo saborear los alimentos con los que se abrió el niño desde el nacimiento al mundo de los sabores, pues es sabido que un niño en sus primeros meses aprende el mundo a través del paladar. Así fueron introduciendo, con tecnologías de cultivo y regadío revolucionarias desde el siglo en nuestra gastronomía, vegetales hoy habituales como la berenjena, la sandía, la zanahoria, la espinaca y la morea blanca y muy posiblemente la alcachofa. Duda el profesor de la universidad de Toronto, Andreu W: Watson, de que fueran los árabes y no los romanos los que introdujeran en nuestra alimentación la alcachofa silvestre, familiar del cardo. En todo caso la alcachofa, tal y como se la conoce y no la primitiva, si fue cultivada tal y como hoy es por los musulmanes. Su cultivo se extendió durante la edad media Es la alcachofa, “Al harsuf”, reina de nuestras verduras, tesoro de la buena mesa. Así la cantó el poeta árabe del siglo XI, Bel al Talla:

La Alcachofa

“Hija del agua y de la tierra, su abundancia se ofrece, a quien la espera, encerrada en un castillo de avaricia. Parece por su blancura y por lo inaccesible de su refugio, una virgen griega escondida en un velo de lanzas"

En deuda con el poema, desde Chile nos vuelve desde América del siglo XX la voz de Pablo Neruda en sus Odas Elementales, escritas en el siglo XX

: La alcachofa/ de tierno corazón/ se vistió de guerrero/ erecta construyó/ una pequeña cúpula/se mantuvo / impermeablebajo sus escamas….

La segunda revolución gastronómica fue definitiva. Producida en el siglo XV con el descubrimiento – el encuentro - dicen hoy - de América. Fue la primera globalización del mundo, la nuestra, la española. Las verduras navarras son deudoras de Hispanoamérica porque tres de los productos más valorados de nuestra gastronomía los trajeron los marineros de las nuevas tierras de allende los mares. En Lima hay un museo que lo explica. “La papa”, la patata. ¿Y qué serían los calderetes sin la patata? ¿y qué si no pudiéramos degustar tortilla de patata? La patata sustituyó al nabo. Cultivada en el altiplano andino hace 7000 años los incas conocían 60 variedades de patata adecuadas a los distintos climas. Eran productos desconocidos en España que plantaron las generaciones de hace seis siglos y que hoy triunfan en las huertas de la Ribera de Navarra. Nosotros llevamos a América los nuestros. A Méjico, Bolivia y Perú debemos productos tan nuestros hoy como los pimientos y todas sus variedades de las que se derivan aquellos americanos, rojos, verdes, amarillos, morrones, de cristal, de Nájera, del Padrón, del Piquillo, guindillas, parecidas al ají todavía más picante, y la variedad el chili, de la que se extrae la pimienta y la cayena, muy interesante porque sustituían a las anheladas especias, seco, se podía moler. Llegaron a España en el primer viaje de vuelta de Colón en 1493. No podríamos imaginar la cocina navarra sin pimientos.  Los tomates son originarios de los Andes de Perú, era inicialmente silvestre, un fruto rojo. Desde allí se extendió por América central. Los aztecas lo llamaron “Xitomatl” en lenguaje “Nahuatt” que hablaban los aztecas. Ellos mejoraron su cultivo y sus variedades. Fue Hernán Cortes, el conquistador de Méjico quien lo descubrió en las huertas de los indígenas, que lo consumían como comida principal. Los exploradores lo trajeron en uno de sus viajes. En mercader español lo llevó a Italia y allí el tomate pasó de ser ornamental en las huertas a ser manjar en las cacerolas. Se consagró con sobresaliente. Los italianos le llamaban “Pomo do moro”, por venir de España o “Pomo d óro”, manzana de oro, pues los primeros tomates debieron ser amarillentos. Esos feos de Tudela de los que presumimos, los negros, los de Cascante con su grado de acidez, los de bola, los tomates de pera para salsas, los de rama con sus híbridos y tienen origen andino. La cocina navarra, la española, la europea, la de Estados Unidos no sería sin el tomate y sus salsas. Así lo cantará Neruda:

(…) “y sobre la mesa/ en la cintura del verano/ el tomate/ astro de tierra /estrella/ repetida/ y fecunda/ nos muestra/ sus circunvoluciones/ sus canales/ la insigne plenitud y la abundancia/ sin hueso/ sin coraza/ sin escamas ni espinas/nos entrega/ el regalo/ de su color fogoso/ y la totalidad de su frescura.”

Tenemos en nuestra gastronomía un ejemplo de cómo la apertura a otros mundos nos enriquece.  Los restauradores investigan nuevas sofisticadas recetas y un buen restaurante, de los que tantos hay en esta tierra, es una invitación al viaje y al turismo. Hagamos de nuestra gastronomía un paraíso de sabores guardando el terrenal nuestro.

 Pamplona, septiembre, 2022.


viernes, 28 de octubre de 2022

Premios Princesa de Asturias

 Nuevamente los premios Princesa de Asturias nos aportan la excelencia. Tal vez dijera lo mismo en la entrada de blog el año pasado, es que sigo pensando los mismo. Leonor crece, física y mentalmnte. Es muy bella y está bien preparada, tiene aspecto de bondadosa. Oirla hablar de solidaridad es una esperanza. Acostumbrada por su padre y su madre a valorar la cultura y las artes, saber que valora las humanidades, además de la ciencia o el deporte,  es otra esperanza.  Le preocupa el medio ambiente Tendrán suerte las generaciones que jóvenes como ella nos sucederán. 

Me gusta mucho su hermana, Sofía, afable la acompaña  y no parece que se sienta postergada, aunque a veces vacila un poquito con timidez. Yo espero que nadie fomente la competitividad y la envidia, por el bien de las dos.

Creo que el rey Felipe y la reina Letizia deben a la Fundación Princesa de Asturias, antes Príncipe, la oportunidad de conocer y relacionarse con las personas más excelentes del mundo; de premiarlas, trazar lazos y de aprender los valores de los premiados, y no porque ellos no tengan valores, sino porque los premiados son un ejemplo de ellos en alto grado.

¿Qué decir de Asturias? Que son únicos y que el protocolo que siguen es bellísimo y junta lo popular con lo exquisito. Y todos los asturianos lo apoyan. Una suerte.

Con respecto a los premios, sinceramente sólo conocía a los españoles Carmen Linares, María Pagés y Juan Mayorga. El flamenco, que nació como un arte de marginados, ha llegado a la cima;.alguna conferencia escuchén en Granada sobre el tema para entenderlo y asistimos con Julio Perea y Asun Villena  a alguna audición en la Platería. Me interesa saber. Y el teatro, que ha sido mi gran pasión, ahora en Pamplona lo frecuento poco. Cuando era soltera no me perdía ni una sesión en el Gayarre. Tengo una obra de teatro escrita por el aniversario de Miguel Hernandez de la que me siento orgullosaa y ha sido representada dos veces. Tendré que volver a intentar escribir teatro.

Para empezar a vivir con nuevos propósitos no hay mejor impulso que asistir, aunque sea en la tele, a esa fiesta de excelencia que son los Premios Princesa de Asturias, antes Príncipe. Y para estar orgullosa de los Reyes de España y de sus hijas.

Feliz noche.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Mas todavía


Estoy recopilando poemas publicados en facebook que no tengo recogidos en poemario: en Cuadernos de Poesía Nueva, Madrid, Taller Prometeo 1982 -83


Más fértil que el amor,
la ternura que vamos escondiendo en los bolsillos sin saber que están rotos.
La que escapa burlándose y nos brota en los dedos, las uñas, las espigas.

Más vivaz que el murmullo,
los silencios que gritan nuestros labios cuando acallan lo que decir quisieran

Mas ardientes que un beso,
las ganas de besar con el alma y el cuerpo

Más profundos que un verso,
los ojos transparentes.

Más dulce que la ausencia,
la distancia a ras de de piel, a ras,
a ras de júbilo.


martes, 25 de octubre de 2022

DEL OFICIO DE ESCRIBIR


Estoy recogiendo poemas publicados en facebook que no tengo recogidos en poemario: supongo que este será de 1987 o por ahí


 “DEL OFICIO DE ESCRIBIR”

Mi pluma es afilada, pero su punta no es de acero
sino de corazón.
Por mi corazón se transmite mi sangre y mi latido.
Él se encrespa de ira y de adrenalina cuando me revuelvo
y mi pluma rasga el diccionario en busca de conceptos, píldoras
y los traduce y bebe con sarcasmo o risa o dogmatismo.
Él se conmueve de ternura, de amor, de desvalimiento
y mi pluma lo dice y tiembla
aunque nunca dice la verdad del amor, porque es mentirosa
instrumento pequeño para tanta grandeza
y se avergüenza.
Protesté porque Antonio Machado minusvaloraba su pluma frente a una pistola
y me sorprendió Gabriel Celaya con su poesía = arma
pero hoy sé que no hay nada más próximo a un corazón
que las palabras que traduce una pluma estremecida.
Que un corazón responde órdenes superiores si vibra pura-mente
Y aun a riesgo de pareceros poco sutil, falaz o silogista falsa
yo digo que la pluma es pistola para agredir
para salvar o para defender, justificar en suma
a un corazón que es vivo
solo porque os lo cuenta
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domingo, 23 de octubre de 2022

Los pimientos de Puente la Reina

 


Día divertido con pimientos al fondo. Me animé a aceptar la propuesta de mi hija, María, y nos fuimos las dos a Puente la Reina en post de hacernos con pimientos asados para nuestra despensa. Nunca había estado. Lo que vi me fascinó. Puestos de pimientos de todos los tamaños y colores, del piquillo, del pico, del cristal, najeranos, morrones, lamuyos, colocados a montón en puestos sin preocupaciones estéticas, muy prácticas, expuestos como en un mercadillo. La belleza de los colores intensos y el brillo de la piel lustrosa de los pimientos resaltaba en un día con un sol espléndido. Los que nos atendían parecían ser los propios productores, amables y afanosos. Había colas por hacerse con ellos. Al lado izquierdo de los puestos, en corrillos, gentes diversas de todas las edades, sentados en sillas blanca de plástico descorazonaban los pimientos que habían ya comprado y pagado, desechando las pepitas y el corazón en un pozal negro y acumulando los descorazonados pimientos en una barquilla. Nos pusimos a la cola y conseguimos del 20kilos de pimientos del piquillo. Los hay ya asados y limpios, los preparan y entregan limpios ya para los clientes. Compramos también una ristra de pimientos a medio secar y unas cuantas guindillas.

Pensé que era una gran cosa que fueran los propios productores los que tentasen a los compradores con una exhibición tan bien organizada y que pudiéramos hacer nuestro el lema de “desde el campo a la mesa”. Bueno para ellos, porque vendían más y los productos no se estropeaban; y bueno para nosotros porque, asados ya, podíamos tomarlos al día y congelar en resto sin tener que encender hornos, ahora que la electricidad ha encarecido. Un kilo de pimientos asados cuesta 2 euros, si los pela el cliente. Que los asen allí con la máquina apropiada es imprescindible en el caso de los pimientos del piquillo de carme tan fina que no admite un horno tradicional: Vendían también otros productos:  ajos, manzanas, cebollas, alubias rojas, pero allí parecía que todos habíamos ido por los pimientos. Un éxito.  

A nosotras nos encantan los pimientos todos, los gordos y los finos, los rojos y los verdes. Recuerdo todavía unos pimientos grandes y rellenos de carne que comíamos en un restaurante pamplonés muy castizo, que ya no existe, y que cada vez que paso recuerdo: Mauleón. Lástima no haberme hecho con la receta.  O la tortilla de sesos y pimientos que pedíamos cada inicio de verano en Cascante con mis primos y mi hermano en el Lechuguero de Cascante, que ya tampoco figura en la carta; o los pimientos del piquillo rellenos de marisco que hacía Lucía, en casa de mis tías, que ponía el cielo en nuestros platos. O los asados y fríos en ensalada con aceite y vinagre. O los del Padrón. O los secos con sopa de Ajo o con ajoarriero. No entiendo la cocina sin pimientos, caben en todas las recetas, desde las clásicas a las refinadas.

El pimiento, ese lujo tan nuestro que hoy en Navarra tiene denominación de origen, viajo desde los Andes, desde Perú y Bolivia y luego desde Méjico. No existía en la cocina española hasta que lo encontraron los navegantes y fue traído por Colón a España en 1493. Rápidamente introducido en la cocina española, ya que las variedades picantes, como el ají y el chile, sustituían a las ansiadas especias por las que los navegantes cruzaron el Ocano en busca del país de las especias. Desde España se extendió por Europa y Asia. Fue lo nuestro también una globalización culinaria

Con nuestros veinte kilos de pimientos del pico, nos aposentamos en nuestras sillas que tomamos del montón y empezamos, con un aparatejo que nos prestan los propios vendedores a quitar el corazón y las pepitas a los pimientos, echamos el corazón a el cubo negro a nuestro lado, operación que encuentro facilísima. Metáfora ¿Cuántos corazones humanos, como los de los pimientos, se habrán vuelto pasados a las brasas?  Toda la plana de Puente la Reina huela maravillosamente a pimientos. Dejamos las barquillas de pimientos sin corazones a nuestro nombre para que los asen y nos vamos a ver si encontramos sitio uno de los buenos restaurantes en las que intentamos desde Pamplona reservar, pero sin éxito, que está todo completo. En el restaurante “La Plaza” comimos sabroso y abundante, unas alubias rojas,  un tajin de ternera con ciruelas y unas tartas caseras buenísimas.

Puente la Reina bulle. Tolas las calles llenas. Las iglesias abiertas durante todo el día mostraban su implicación con el turismo local, nos pareció una forma de fomentar el conocimiento del patrimonio de la ciudad magnífico. En la Iglesia de Santiago, románica y del XII rezamos a Santiago – “Beltza” y a la virgen del Rosario, de mi nombre. Había una boda. Y en la de la orden del Malta, (S XII) la Iglesia del Crucifijo contemplamos el Cristo gótico mientras un músico, casi a oscuras, ensayaba salmos y tocaba el salterio. Una pasada.  Las terrazas animadísimas con parroquianos tomando aperitivos ricos, compradores, como nosotros, mirando con pasmo las preciosas casas.

 Puente la Reina, Camino de Santiago dende se encuentran el camino francés de Roncesvalles y el aragonés de Jaca, Somport, antigua población de comerciantes francos, recorrida siempre, ayer y hoy, por peregrinos que rezan y transitan. Puente la Reina, también esta vez convertido en puente de peregrinaje de pimientos, todos los días hasta – creo- finales de noviembre. Volveremos otro año. Contemplamos el puente románico de piedra lamida por el Arga.

Y luego recogimos los pimientos asados, nos subimos al coche y volvimos tan ricamente a casa.

jueves, 20 de octubre de 2022

SUICIDIO

 

SUICIDIO

Para tí (X)
A tus ojitos verdes de pestañas sorpresa
a tu voz infantil, tu sonrisa y cabezonería,
a tu inteligencia y laberinto
a tus catorce años y a tus cuarenta y cuatro
a tu gesto risueño de retener y tu angustia
a lo que no alcanzamos de tu laberinto conflictivo.
A ti, niña (X)
extrañada, juguete
tejiendo jerséis interminables y matemáticas
a tu guitarra adolescente y tu nunú de trapo
a tu instituto antiguo y tu cátedra Moderna
a tu originalidad tu tristeza luminosa, tu pulpa y tu alegría
a tu desvalimiento
al paisaje de (x) que te protege de amarillo.
Para ti (X) que saltaste
para ti que, sin hablar, sin escuchar, sin exigirnos
te creías, te querías rota
y te rompiste, como tantos otros
en la negra crónica de la Ronda.

sábado, 15 de octubre de 2022

A SANTA TERESA

 

A SANTA TERESA
Teresa
de todos los espejos  revindico
tu osadía,
tu fuerza
tu arrebato
Pues quiero recordarte
mujer
andurreando
pasajes no aprendidos
de vértigo

No guardes tu secreto
levanta tu relámpago
y muérstranos
por donde
las Moradas se alcanzan
más allá  de Castilla y de Castillos

Pues vivir sin vivir tensó tus alas
enseñanos si solamente místicas
las fuerzas destructivas del amor
se subliman.

Tú que lograste al fin la sutil clave
del ardua teoría del amor

Sin ser nula
mujer

(Taller Prometeo de Poesía nueva, Madrid, 1982)

viernes, 14 de octubre de 2022

RITUAL Y OFRECIMIENTO DEL VINO DE NAVARRA

 


RITUAL Y OFRECIMIENTO DEL VINO DE NAVARRA

 

 

Abre tu mano, amigo

la palma cóncava, los dedos curvos

y acoge la pureza de este vientre

cristal y vino que en mi fuerza te ofrece

esa lluvia de manos que pulsaron

las claves del sabor de mis entrañas.

 

Abre la mano, amigo, yo te invito.

No la crispes, no hieras.

Déjame reposar

como un llanto de amor que se sofoca

antes de que quebrante la garganta.

 

Abre la copa y cierra tú los ojos

desnúdame en tu olfato y tus pulmones

Bailaré evocativo, evocativa, hasta embriagarte el ansia.

 

Acaricia mi piel, mis racimos en flor, ramo de rosas

blancas de luz, como una blanca reina

rosas frutales, pétalos de herría

rojos de sol, de toros, de pañuelos

burdeos en capullos.

Admira mi calor en la distancia.

 

Abre la boca, ven, ponme en tu lengua

soy mozo y soy mujer, soy rito y tierra

un sorbo de intrahistoria

un trago al más allá

guiñándole los ojos a tus cincos sentidos

y a tus cinco sentidos entregado, entregada.

 

 

 

 

 

 

martes, 11 de octubre de 2022

EN BARCELONA, DOCTOR FERRÁN S/N

 











Han crecido las yucas.  Ayer recién plantadas

 hoy son árboles recios

sus hojas lanceoladas recortan el azul

 como verdes puñales afilados y altivos.

Reconozco el mimo y el cuidado,

tan catalán, aunque algo más severo

que entonces, de la jardinería.

 

Resbala su fulgorr el sol de mediodía

en el haz de las hojas de los ficus talludos

y el césped serpentea a nuestros pies

sorteando macizos caprichosos.

 El verano se escapa.  

El agua languidece, muda está la piscina.

Tremolan desplegados los toldos amarillos.  

Bugambilias ciclámen

se descuelgan y pintan de  rosa la baranda.

 

Hoy regreso al jardín y lo recuerdo

colmados de aleteos rumorosos

 los columpios,

Rocío, Toni, Dani, María, Andrés, Gonzalo, Juan Eva, Iñigo, Nuria

 corretean, salpican en el agua, se persiguen y gritan.:  pájaros.

 Y las madres en flor, 

 jóvenes como estampas de revista

 

Medio siglo ha pasado

en el jardín que entonces estrenábamos

Doctor Ferrán sin número, al que regreso hoy

puedo contar los años:

 no hay rastro ya de niños


 11-10-2022

lunes, 10 de octubre de 2022

ULTIMO SONETO

 


ULTIMO SONETO

!Qué lenta enfermedad es la melancolía!
Amante sin amante ¿ inútil aventura?
Si fue tu fiebre amar, con el dolor se cura
aunque no recuperes del todo la alegría.
Amigo que encontraste tu sola compañía,
si del amor escribes, sé que no es impostura,
si tu dolor me cuentas, sé que no es amargura,
perder quizá es vencer, no entones tu elegía.
Si sientes sinsentido, un sentido más pleno
buscarás, no te pares, todo camino es bueno.
Vuelve a tu paso, dime ¿quien dice que has perdido?
La plenitud es esa. Son fracasos y aciertos.
No abandones la apuesta hasta que estemos muertos
y nos vaya cubriendo la niebla del olvido.


De "Fueron Un tiempo"
 

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