viernes, 23 de febrero de 2018

"Miguel Hernández, poeta español". IV España. La Propiedad y los olivos.

                                                                El más famoso retrato de Miguel Hernández, dibujado en la cárcel por Buero  Vallejo
 
 
Acto tercero, escena 3

  Club de lectura. Sigue iluminada la parte izquierda del escenario con Miren. Anabel, Rosa y María Dolores sentadas en la mesa llena de libros y cuadernos. Se enciende el centro con proyeción de una fotografía de Octavio Paz

VOZ DE OCTAVIO PAZ

Le conocí cantando canciones populares españolas, en 1937. Poseía voz de Bajo, un poco cerril,un poco animal inocente: sonaba a campo, a eco grave repetido por los valles, a piedra cayendo en un barranco....En aquella sala de un hotel de Valencia llena de humo, de vanidad y, también de pasión verdadera, Miguel Hernández cantaba con su voz de bajo y su cantar era como si todos los árboles cantaran. Como si un sólo árbol,el árbol de una España naciente y milenaria, empezara a cantar de nuevo sus canciones. Ni chopo, ni olivo,ni encina, ni manzano, ni naranjo, sino todos ellos juntos, fundidas sus savias, sus aromas y sus hojas en ese árbol de carne y voz. Imposible recordarlo con palabras,más que en la memoria,”En el sabor del tiempo queda escrito”

: ROSA :Venga, María Dolores, melancolía aparte. Le gustaban las canciones y mucha de su poesía se ha hecho canción. El poeta canta a su pueblo para rebelarlo, para entusiasmarlo.Y lo hace con versos llenos de fuerza. En esa lucha de clases marxista, rompe el lenguaje retórico y vacío y hace poemas épicos, canta la gesta de un pueblo y consigue que el sentimiento de solidaridad humana afluya. Este poema fue publicado en el frente sur en 1937, decidme si, cuando lo oís en la voz de Paco Ibañez (o Serrat) os suena a propaganda.

Musica de Paco Ibañez: se apaga la luz de la izquierda y sigue encendida la pantalla del centro  Fotografías de olivos al fondo.

ACEITUNEROS

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos
decidme en el alma:¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada
ni el trabajo ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano
dijeron al pié del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén
aceituneros altivos,
decidme en el alma, quien,
amamantó los olivos.

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

!Cuantos siglos de aceituna
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma ¿de quién
de quién son esos olivos?.

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
de todos los olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

MIREN  Bién, reconozcámos que un poema tiene mucha más fuerza que una arenga, porque suena a verdad y los discursos políticos suenan a propaganda. La dialéctica marxista formalmente es un mal rollo. Era un poeta.


ANABEL Por mucho que digáis, sus poema no pueden entenderse como un objeto estético, si fuera puramente estético no le hubiera costado la vida. De hecho, en su condena a muerte pesó que se le consideraba un intelectual, un responsable, así lo afirma la sentencia.

MARIA DOLORES Las palabras verdaderas no le salvaron, porque, perdida la guerra. no hubo clemencia


Apadas todas las luces, solo un foco central

(Baile flamenco, bailarina o bailarín de negro, una rosa roja en el suelo. Música de Enrique Morente.)


Escena 5º
 
Abuela y nieta, La abuela mira los olivos y vuelve la cabeza atrás cerrando el periódico con gesto triste, la niña levanta y se acerca a la abuela sentándose a su lado
(Al fondo proyección de paisaje con olivos)


MARTA ¿Y de quien eran los olivos, abuela?

ABUELA- Eso era uno de los problemas de la guerra. No sólo de quien eran los olivos, sino la forma de entender la propiedad. Para los comunistas la propiedad era del común, era de todos, del Soviet, del Estado. Para los anarquistas no había propiedad, no admitían gobierno. Para los socialistas era necesaria la reforma agraria. Para los del bando nacional los olivos eran de quien siempre habían sido, de sus dueños; algunos admitían que era necesaria una reforma mínima, otros ni eso. Comunistas, anarquistas, republicanos centristas, republicanos radicales, del Frente Popular, monárquicos , falangistas, carlistas , de la CEDA, todos tenían sus ideas al respecto. Se acabó el diálogo. La guerra fue, hija, cuando las voces no fueron capaces de dialogar y los hombres empuñaron las armas y fueron arma, grito, atropello, imposición, asesinato.

MARTA Las hermosas voces solidarias de los poetas ¿No pararon la guerra?

ABUELA Cada hombre escuchó las voces que le daban la razón, nadie escuchó las voces del contrario.

MARTA !Que triste!

ABUELA  La Historia de España está llena de muertos, de hermanos muertos al borde de las cunetas, en las montañas o en los precipicios, hermanos que combatían en feroces guerras civiles bajo distintas facciones y banderas. Siempre acaba mal, es como un un feroz destino. Lo peor de la guerra esta vez no fue la guerra en sí, que también, sino la falta de piedad

NIÑA -¿No hubo perdón , abuela ?

ABUELA - No, no hubo perdón.

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