Acto tercero, escena 3
Club de lectura. Sigue iluminada la parte izquierda del escenario con Miren. Anabel, Rosa y María Dolores sentadas en la mesa llena de libros y cuadernos. Se enciende el centro con proyeción de una fotografía de Octavio Paz
Club de lectura. Sigue iluminada la parte izquierda del escenario con Miren. Anabel, Rosa y María Dolores sentadas en la mesa llena de libros y cuadernos. Se enciende el centro con proyeción de una fotografía de Octavio Paz
VOZ DE OCTAVIO PAZ
Le
conocí cantando canciones populares españolas, en 1937. Poseía voz
de Bajo, un poco cerril,un poco animal inocente: sonaba a campo, a
eco grave repetido por los valles, a piedra cayendo en un
barranco....En aquella sala de un hotel de Valencia llena de humo, de
vanidad y, también de pasión verdadera, Miguel Hernández cantaba
con su voz de bajo y su cantar era como si todos los árboles
cantaran. Como si un sólo árbol,el árbol de una España naciente y
milenaria, empezara a cantar de nuevo sus canciones. Ni chopo, ni
olivo,ni encina, ni manzano, ni naranjo, sino todos ellos juntos,
fundidas sus savias, sus aromas y sus hojas en ese árbol de carne y
voz. Imposible recordarlo con palabras,más que en la memoria,”En
el sabor del tiempo queda escrito”
: ROSA :Venga, María Dolores,
melancolía aparte. Le gustaban las canciones y mucha de su poesía
se ha hecho canción. El poeta canta a su pueblo para rebelarlo,
para entusiasmarlo.Y lo hace con versos llenos de fuerza. En esa
lucha de clases marxista, rompe el lenguaje retórico y vacío y
hace poemas épicos, canta la gesta de un pueblo y consigue que el
sentimiento de solidaridad humana afluya. Este poema fue
publicado en el frente sur en 1937, decidme si, cuando lo oís en la
voz de Paco Ibañez (o Serrat) os suena a propaganda.
Musica de Paco Ibañez: se apaga la luz de la izquierda y sigue encendida la pantalla del centro
Fotografías de olivos al fondo.
ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos
decidme en el alma:¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada
ni el trabajo ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano
dijeron al pié
del viento.
Y el olivo alzó
una mano
poderosa
de cimiento.
Andaluces de Jaén
aceituneros
altivos,
decidme en el
alma, quien,
amamantó los
olivos.
Vuestra sangre,
vuestra vida,
no la del
explotador
que se enriqueció
en la herida
generosa del
sudor.
No la del
terrateniente
que os sepultó
en la pobreza,
que os pisoteó
la frente,
que os redujo la
cabeza.
Árboles que
vuestro afán
consagró al
centro del día
eran principio de
un pan
que sólo el otro
comía.
!Cuantos siglos
de aceituna
los pies y las
manos presos,
sol a sol y luna
a luna,
pesan sobre
vuestros huesos!
Andaluces de
Jaén,
aceituneros
altivos,
pregunta mi alma
¿de quién
de quién son
esos olivos?.
Jaén, levántate
brava
sobre tus piedras
lunares,
no vayas a ser
esclava
de todos los
olivares.
Dentro de la
claridad
del aceite y sus
aromas,
indican tu
libertad
la libertad de
tus lomas.
MIREN Bién,
reconozcámos que un poema tiene mucha más fuerza que una arenga,
porque suena a verdad y los discursos políticos suenan a
propaganda. La dialéctica marxista formalmente es un mal rollo. Era
un poeta.
ANABEL Por mucho
que digáis, sus poema no pueden entenderse como un objeto estético,
si fuera puramente estético no le hubiera costado la vida. De
hecho, en su condena a muerte pesó que se le consideraba un
intelectual, un responsable, así lo afirma la sentencia.
MARIA DOLORES Las palabras
verdaderas no le salvaron, porque, perdida la guerra. no hubo
clemencia
Apadas todas las luces, solo un foco central
(Baile flamenco, bailarina o bailarín de negro, una rosa roja en el suelo.
Música de Enrique Morente.)
Escena 5º
Abuela y nieta, La abuela mira los olivos y vuelve la cabeza atrás cerrando el periódico con gesto triste, la niña levanta y se acerca a la abuela sentándose a su lado
(Al fondo proyección de paisaje con olivos)
MARTA ¿Y de quien eran los olivos,
abuela?
ABUELA- Eso era uno de los problemas de
la guerra. No sólo de quien eran los olivos, sino la forma de
entender la propiedad. Para los comunistas la propiedad era del
común, era de todos, del Soviet, del Estado. Para los anarquistas
no había propiedad, no admitían gobierno. Para los socialistas
era necesaria la reforma agraria. Para los del bando nacional los
olivos eran de quien siempre habían sido, de sus dueños;
algunos admitían que era necesaria una reforma mínima, otros ni
eso. Comunistas, anarquistas, republicanos centristas,
republicanos radicales, del Frente Popular, monárquicos ,
falangistas, carlistas , de la CEDA, todos tenían sus ideas al
respecto. Se acabó el diálogo. La guerra fue, hija, cuando las
voces no fueron capaces de dialogar y los hombres empuñaron las
armas y fueron arma, grito, atropello, imposición, asesinato.
MARTA Las hermosas voces solidarias de
los poetas ¿No pararon la guerra?
ABUELA Cada hombre escuchó las voces que le daban la razón, nadie escuchó las voces del contrario.
MARTA !Que triste!
ABUELA La Historia de España está
llena de muertos, de hermanos muertos al borde de las cunetas, en
las montañas o en los precipicios, hermanos que combatían en
feroces guerras civiles bajo distintas facciones y banderas.
Siempre acaba mal, es como un un feroz destino. Lo peor de la
guerra esta vez no fue la guerra en sí, que también, sino la falta
de piedad
NIÑA -¿No hubo perdón , abuela ?
ABUELA - No, no hubo perdón.
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