viernes, 28 de julio de 2023

Un breve apunte sobre Malón de Chaide

 



Sobre el escritor agustino Pedro Malón de Chaide y su obra “La Conversión de la Magdalena” la edición crítica definitiva fue publicada por Instituto de Estudios Auriseculares (Idea) en 2014. Edición de Ignacio Arellano, Jordi Aladro y Carlos Mata Induráin. Ignacio Arellano es catedrático de la Universidad de Navarra y especialista en la Literatura del siglo de Oro. Jorge Aladros es profesor de la universidad de California y especialista en Malón de Chaide, sobre el que ha pubñicado numerosos estudios; Carlos Mata es investigador, profesor de la Universidad de Navarra y secretario del grupo GRISO.  El estudio fue publicado por la Universidad de California y la Universidad de Navarra con la colaboración del Ayuntamiento de Cascante y de la Asociación Cultural Amigos de Cascante, Vicus. Es, entiendo, una de los hitos, tanto del Ayuntamiento de Cascante como de la Asociación Cultural, Vicus, que cerramos con la publicación crítica de la obra, los actos de Centenario del agustino, nacido en Cascante y que celebró la ciudad en 1989-1990. No es una obra fácil de leer, intento un pequeño apunte: 

Abundan las obras literarias con contenido filosófico que son tratados sobre el amor La Biblia y El Cantar de los cantares; Erich Fromm y El Arte de Amar; Ovidio y Ars Amandi; Platón y los Diálogos como “El Banquete; Ibn Hazm y El Collar de la Paloma, Marsilio Ficino y De Amore; Dante Alighieri y La Divina Comedia; Goethe y Wherter. Son obras que demuestran que hay una gran Literatura que sustenta en ella misma Filosofía, Amor y Trascendencia. El Amor platónico; el Amor Udri el Neoplatonismo; el Romanticismo; el Idealismo o la Escuela de Frankfort son filosofías y teologías y literatura. 

El tema amoroso en La Conversión de la Magdalena es central en Malón. En la voluntad del agustino las tres líneas argumentales Amor, Filosofía y Teología no se excluyen, sino que se concilian. Hablamos de un profesor universitario que domina la Oratoria, la Filosofía, la Teología y la Historia Sagrada pero que defiende la belleza y viveza de la lengua castellano, apoyado en citas de autoridades; de un escritor que cuida el estilo en el que recrea la historia que nos cuenta; un gramático que discute la Fonética; un predicador que imparte doctrina; un prosista lujoso; un poeta conocedor de la métrica que maneja con maestría. Estamos leyendo a un literato y digo literatura, ya que hay en nuestro escritor una voluntad de estilo que rebasa lo puramente teológico o filosófico o doctrinal para adentrarse en la creación literaria; y la voluntad de utilizarla para sus fines como predicador, hablar de Religión y aleccionar a los lectores. Es la prosa la que prima y da valor a  la obra.

Son comunes en la poesía de Malón y Fray Luis de León, ambos agustinos, los comentarios de los “Salmos” en verso, la recreación del Cantar de los Cantares o el elogio del “Beatus ille”, más personal y poético en Fray Luis. Aunque rechace Malón el género lírico amatorio de Boscán o Garcilaso, sucumbe a su influjo, ya que a ambos debe las estrofas que emplea entremezclada con la prosa, pues, como Fray Luis, su métrica habitual es la muy renacentista italiana con la utilización de versos heptasílabos y endecasílabos en forma de liras, silvas, octavas, sonetos o tercetos encadenados.

 Por beber de las mismas fuentes y estar inmerso en la misma tradición y época histórica, en Fray Luis de León, el carmelita San Juan de la Cruz y el agustino fray Pedro Malón de Chaide son habituales y están presentes con sentido alegórico, los mismos términos y metáforas, aunque con mucho mayor lirismo, en San Juan de la Cruz. A mi juicio, lo que es experiencia lírica personal en el fray Luis y rapto místico en Juan de Yepes, es una perífrasis bíblica en el tercero. 

Malón bebe directamente de la Biblia y de San Agustín, pero es influido por el pensamiento de Pico de la Mirándola y el del filósofo florentino del siglo XV Marsilio Ficino, que aspiraban a la fusión del platonismo con el cristianismo. Demuestra destreza en el conocimiento humanístico y entre las citas de autores que trae Malón de Chaide al texto para hablar de amor recrea un poema del Ars Amandi de Ovidio, la historia de Icaro y sus alas plegadas.

 La Magdalena, pecadora, se salvó, porque amo mucho..El amor es un eterno tema literario que no envejece, porque ocupa la voluntad del hombre y de la mujer de salir de si mismos y fundirse en otro. En el agustino del siglo XVI, fray Pedro Malón de Chaide, el Amor era  fundirse en el amor de Dios.

domingo, 2 de julio de 2023

CON FEDERICO EN GRANADA

 


 

 Yo no buscaba tu sepultura, Federico

García Lorca,

seguí tu rastro vivo.

El duende de Granada   apareció gritando

 sonidos negros

 los sonidos de la genialidad y el desgarro.

 Era el misterio, el éxtasis vital, el aguijón que apuñala

y que estalla en el clímax que es la muerte.

Su inquietante hermosura anudaba lo íntimo con la raíz de la tierra,

 para llegar al Sur y detenerse donde nació tu duende:

 

“Para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio”.

 

Vagué por el Paseo de los Tristes

con sus puentes lamidos por el musgo

 subí la cuesta umbrosa de la Alhambra

 presté el oído a la risa verde que jugaba a ser agua

 y brotar como lágrima dulce

olí los turbadores jazmines, las rosas, los geranios,

las flores de azahar de los naranjos. 

 y me bebí toda la fragancia de tu Generalife.

 

Ramitas de romero en la Madraza.

Por la cuesta de Chapiz ascendí al Albaycín,

 contemplé el cielo rojo, las casas encaladas,

 oí la viva cháchara de la gitanería a en el Sacromonte,

 donde tocan flamenco las guitarras y bailan los gitanos

 y todo el romancero.

 

En la Huerta de San Vicente escuché la casida:

 

 “Por las ramas del laurel

vi dos palomas oscuras

 La una era el sol,

 la otra la luna.

“Vecinitas”, les dije

“¿dónde está mi sepultura?”

 “En mi cola”, dijo el sol

“En mi garganta”, dijo la luna..”.

 

Yo no buscaba tu sepultura, Federico,

seguí tu rastro vivo más allá de Alfacar

al pie de la sierra de Alfaguara

llegué hasta Aynadamar

la Fuente de las lágrimas

que en cristiano se llama Fuente Grande.

La acequia donde emana el agua del manantial

 tiene forma de gota.

Me arrimé a su pretil.

Emergían del fondo en pequeños racimos burbujas que lloraban

 

Pero yo no lloré, quien a Granada llega,

sabe que, desde el Mulhacen hasta las huertas bajas

donde se sigue cultivando el tabaco y la caña de azúcar,

todo en Granada se asoma a Federico:

 

“Si muero

Dejad el balcón abierto”. 

 

Charo Fuentes

Pamplona, 22mayo 2023