Como todos los años espero con atención los Premios Princesa
de Asturias, así lo he vuelto a hacer. Leonor, la Princesa de Asturias tiene 18
años, pronto cumplirá los 19 y vuela sola. No del todo pues, en ese alzarse al
vuelo, sigue teniendo las alas protectoras de su padre Felipe VI y su mirada de
arrobo que vuela con ella. La imagen de la Princesa de Asturias no puede ser
mejor y refleja su capacidad, su patriotismo y también su candor. Hay mucho de
su madre en su dicción perfecta y en su educación y en su empeño.
En otras entradas he hablado de mi admiración por Asturias que los acoge; por los jurados que buscan premiar a las personas más edificante; por la Fundación Princesa de Asturias, por la persona a la que se le ocurrió la feliz idea y a las que la sostienen. Creo que es la mejor apuesta de la Corona, porque le da la oportunidad de conocer a las personalidades más preclaras.
Y por no repetirme, en mi entrada de hoy subiré fragmento de unos discursos que son, para mí al menos, el reflejo de un mundo luminoso, el mejor posible.
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Ana
Blandiana: Premio Princesa de Asturias de las
Letras.
Poeta Exiliada interior, sus poemas combatieron la dictadura
de Ceaucescu. La poesía como salvación y resistencia
“¿Puede considerarse una prueba de la importancia del
capital de esperanza que la poesía sigue representando en este mundo? Más aún,
¿puede “ese algo liviano, alado y sagrado”, como decía Platón a la poesía,
detener nuestra caída hasta la nada?
Por increíble que parezca, durante las décadas de los
cincuenta y sesenta del siglo pasado, en las cárceles comunistas de Rumanía, se
produjo una auténtica resistencia a través de la poesía.. El primer Memorial a
las víctimas del Comunismo del mundo incluye una sala con las paredes y el
techo enteramente cubiertos de poemas nacidos durante la detención.
Y luego, tras la apertura de las cárceles, el `rimer pensamiento de los liberados era transcribir lo que habían memorizado, sin los nombres de los autores o con nombres que presusuponían muchas veces equivocaciones, en una verdadera sinfonía de resistencia espiritual, un intento de convertir el misterio de la poesía en un arma de defensa contra la locura. Esta es la prueba de que, en circunstancias extremas, cuando sentían peligrar.
Pero lo que ayer nos salvó del miedo, del odio y de la locura,
¿no puede salvarnos hoy de la soledad, de la indiferencia, del vacío de fe, del
exceso de materialismo y consumismo y de la falta de espiritualidad'?"
Michael Ignatieff, Premio Princesa de Asturias: de Ciencias Sociales
Filósofo canadiense., critica en el discurso, divertidamente metafórico, El valor de la libertas, la dificultad de ser libre en un mundo saturado de manipulación
"Mirando ahora hacia atrás, también quisiera confesar cuánto temía a veces la libertad de mi zorro, cuánto tememos la mayoría de nosotros la libertad, cuán difícil es mantener la soberanía de nuestro propio juicio, ver el mundo tal como es, no como nos gustaría que fuera, cuánto, de verdad, debemos todos luchar para ser mujeres y hombres libres en un mundo saturado de manipulación y mentiras. Sin embargo, poder llamarnos libres y merecerlo realmente es el premio que más importa en la vida.
Joan
Manuel Serrat Premio Príncisa de Asturias de las Artes. Cantautor
El agradecimiento a su familia, el amor a la profesión , la canción como forma de ser amado, la apertura hacia un mundo menos tribal y más solidario.
“Prefiero
los caminos a las fronteras, la razón a la fuerza y el instinto a la urbanidad. Soy un animal
social y racional que necesita del hombre más allá de la tribu. Creo en la
tolerancia. Creo en el respeto al derecho ajeno y el diálogo como la única
manera de resolver los asuntos justamente. Creo en la libertad, la justicia y
la democracia. Valores que van de la mano o no lo son”.
Manjane Satrapi, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Dibujante y guionista franco iraní, autora de Persépolis. discurso sobre el valor de la bondad y los valores cívicos
“El hombre por sí solo no sobrevive en la naturaleza. Sólo
sobrevive juntándose con otros y creando sociedades. Y la condición sine qua
non para lograrlo es la empatía.
Quizás en la educación, en vez de enseñar a nuestros hijos a
aprenderlo todo de memoria y a recitarlo como loros, deberíamos enseñarles
ética, civismo y sobre todo compasión y bondad. Y les aseguro que no soy de las
que ponen la otra mejilla. Por una bofetada recibida devolvería diez, pero
trato de no ser nunca yo quien pega la primera.
Y, por último, les leeré un poema de Saadi, gran poeta iraní del
siglo XIII:
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Buen día, sea bien recibida en los Premios la Poesía, que se abrió en los discursos con la cita de Miguel de Unamuno, autor de cabecera de la poeta rumana Ana Blandiana. Se prolongó con la de un poeta persa del siglo XIII, Saadi, en la voz de Mariana Satrapi. Nos hizo un guiño musical con Serrat en su poema canción "Esas pequeñas cosas", que trascribo. También a la Princesa de Asturias le acompañó en su esperanzador discurso la Poesía. Nunca había estado tan presente. Hablaremos
Uno se cree
Que las mató el tiempo y la ausencia
Pero su tren
Vendió boleto
De ida y vuelta
Son aquellas pequeñas cosas
Que nos dejó un tiempo de rosas
En un rincón
En un papel
O en un cajón
Como un ladrón
Te acechan detrás
De la puerta
Te tienen tan
A su merced
Como hojas muertas
Que el viento arrastra allá o
aquí
Que te sonríen tristes y
Nos hacen que
Lloremos cuando
Nadie nos ve
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