domingo, 8 de julio de 2018

Sanfermines blanco y rojo

                                                                  Pamplona se viste hoy de blanco y rojo con el chupinazo de los sanfermines
 
Blanco y Rojo, Mi rincón a recordar

Chupinazo: !Pun! . Gritó el nuevo alcalde Maya  algo desaforado y la mocina que zarandeba los pañuelos rojos los anudó al cuello entre alaridos de fiesta. ¡Viva¡.
En realidad lo vi desde Antoniutti, pues la última vez que conseguí acercarme a la Plaza Consistorial acabé aplastada, ensidrada, enharinada y con el pelo escachuflau . Desde entonces me suelo asomar a la Plaza del Castillo para verlos venir y luego me voy con los míos a un sitio más tranquilo. El mejor sitio la Plaza de los Fueros, si vas con niños que es mi caso, porque la pantalla es grande y una puede estar sentada en la hierba con los cochecitos, sabiendo que no habrá cristales rotos ni graciosos que bailen el pañuelo y tapen la pantalla con el rojo triángulo en ristre. En la plaza elíptica suele haber gente pacífica que salta y baila respetando no atropellar a los niños. Es una forma de iniciar a los pequeños en la fiesta sin miedo al desmadre.
Pero lo mejor para mí , aun antes del cohete, es mirar desde cualquier soportal de la Plaza del Castillo, mejor desde Diputación, los círculos concéntricos de gente dispar, niños, guiris, pamploneses, riberos, navarricos, peteuves, abuelas y silletas, pandillas de mocetes, chicas adolescentes – pocholicas dirían los castizos- confluir rojo y blanco en la plaza e instalarse desde el paseo de Valencia, la avenida de San Ignacio, las escalerillas de la Calle Zapatería y Pozoblanco, la bajada de Javier, sortear la estatua de Calos III el Noble , subir por el pasaje de la Jacoba, rojo y blanco, rojo y blanco, tan limpios, tan felices y bajar, o al menos intentarlo, hacia la Plaza del Ayuntamiento.
Es el primer año que no tenemos invitados en casa. Todos los que vinieron a conocer la fiesta se quedaron pasmados ya desde la mañana cuando miraban a la gente venir y venir y venir de todas las paradas de las villavesas o paseando rápido a pie contentos y felices todos de rojo y blanco !que maravilla! ! Que precioso ! Oye, esto es increible!!Que grandioso espectáculo!
Así que yo también me siento sorprendida de su asombro y lo anoto. Y es cierto que mí también me conmociona y me causa un pelín de orgullo patrio. Porque no es provocado, es espontáneo, es buena voluntad y participación de lo que ya va siendo habitual: el color de la fiesta. Quedan pocos que lleven alpargatas, mejor las deportivas. Los blancos pantalones y los trajes y faldas, blusas y camisetas, fajas y cinturones, chaquetas y blacieres se convierten no en uniforme  sino en distintivo. Y también en emblema de cierto, pese a las diferencias, hermanamiento patrio. Las tiendas de lo viejo y las grandes superficies ponen en venta a precios de rebaja ropa blanca y aderezos rojos de la punta al zapato para que todos puedan participar unidos en color: nativos , emigrantes , visitantes, invitados, turistas Me gusta, me emociona.
Es por eso que yo quiero apuntarlo como una emoción o un rincón a retener a apuntar de la gran fiesta que son los sanfermines. Luego vendrá la harina, la guarrada y el vino. Pero nadie podrá negar la emoción luminosa del empiece al grito conmovido de nuestro nuevo Alcalde, también de blanco y rojo : Feliz fiesta

Publicado en Diario de Navarra  , julio 2010

2 comentarios:

  1. Me gusta tu forma de hacer sentir las emociones a los que no asistimos al ¡Viva San Fermín!

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  2. Gracias, Rosa del aire, es tu empatía la que engrandece el texto. Yo lo cuento como puedo y tu le añades el sentido, aun sin ver la fiesta. Un abrazo

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