Queda reflexionar sobre esas dos Españas que se nos presentan ahora y si tienen o no cosas en común con las de antes. Creo que no son las dos que se batieron en guerra en 1936, izquierdas contra derechas, propietarios contra desheredados, religiosos contra anticlericales, lo de ahora es más trasversal y complejo, quizá viene ya de las dos Españas anteriores, las de las Cortes de Cádiz. Son nacionalistas contra liberales a la vieja usanza. Gentes que creen que los derechos los otorga el "pueblo" donde naces y los que creen que los derechos los otorga la ciudadanía. Oyendo los debates, algunos de ellos muy agresivos, una reflexiona de si siguen siendo incompatible sentirse ciudadana o nacionalista o regionalista. Muchas cosas positivas trajo la Transición, y en ella el hacer compatible la autonomía de las antiguas regiones con el sentimiento nacional de los españoles. Sea lo que sea, lo que dejamos atrás fue trágico, no estaría de más una seria meditación de cómo encontrar la concordia.
II
Existe igualmente la España de izquierdas que representan los partidos como Podemos, pero curiosamente sus cuadros no son desheredados, ni desclasados , aunque lo sean los votantes. Dicen que son feministas. Para mí, el feminismo se inició en la Transición con el PSOE, fueron las mujeres más valientes en sus reivindicaciones, aunque fueron los partidos de derechas los que antes dieron entrada a las mujeres en puestos de altas responsabilidades políticas. Ahora el feminismo, creo yo, es de casi todos, al menos eso dicen. En fín, lo dejo para otra entrada
No hay comentarios:
Publicar un comentario