miércoles, 23 de junio de 2021

ANTOÑITA VILLALÓN

 



 

“Como pomposa muñeca mutilada reaparezco Magnífica forma de comenzar. El  verso me sobresaltó, pura sabiduría. Tomé el teléfono y consulté a Encarnita Huertas. Me contestó con un nombre desconocido.

-Es de Antoñita Villalón ¿No la conoces? Es su primer libro

-No puede ser un primer poemario, no me engañes.

Sí lo era. Su autora, guapísima y madura, era Antoñita Villalón, andaluza con mucho señorío. Nos hicimos amigas. Viuda, residía en Madrid, en una casa en la zona de Moncloa llena de cosas bellas, pero era de Morón de la Frontera o de Sevilla y seguía manteniendo el simpático deje sevillano y las formas un poco cadenciosas de su tierra. La vida le acababa de atizar de lo lindo, pues tuvo un cáncer de pecho y se lo amputaron.  El trance  la había hecho recurrir al ordenador para afianzar memoria y afrontar el futuro. A trancas y barrancas agarró fuerte la mano a la poesía Escribió de un tirón: El Despojo de Mis hojas. 

 Y como “pomposa muñeca” reapareció Trasformó su duelo en suntuosa belleza y hondura. Luego siguió escribiendo.Niña de Andalucía la Baja, educada a la antigua, con tata de pendientes y mandarrón blanco que le contaba cuentos mágicos  al caer la luna. Niña aristócrata, lectora de libros   fascinantes, educada a la antigua como la costumbre social de su clase parece que exigía. Era, luego lo supe, sobrina de Fernando Villalón- Daoiz y Halcón, el ganadero poeta, aquel que quiso alumbrar una ganadería de toros bravos de ojos verdes.

 ¿La memoria genética? ¿el Sur?

 Suspiré al llegar a su último verso: “Y siguió la ruta de la gran caravana”.

Una Navidad me devolvieron la felicitación. Y la imaginé vestida de blanco montada en un camello cruzando el desierto por las rutas de arena.


                    III

Sin ser arquera de los dioses

estos decidieron mutilarme.

Nunca prendí flecha en mis manos

jamas acerté dianas de amor,

sin embargo, vosotros me marcásteis sajándome

como cosa vuestra, esclava delviento;

y para siempre, peremne, en la filas de las elegidas.


        XLII

Y cayó la tormenta otra vez

no era posible más penuria,

y la rosa de mi juventus esperando

una sarta de luces sin brillar

pero era mi otoño el muriente

al frío de las noches sin palabras.


Saldé mi fe, mi túnica vendí

mi amor entregué a los mercaderes de los sueños,

voces cálidas me llamaron con suavidad

como un sonar de paz  fija.

y es una busca  de no saber que ideal

sobre mis senos revolviéndose el fondo

de mis despojos desechados.


Al fin una perla de regalo,

un besar niño, un aceite para mi lámpara,

una aljofaina de agua sin usar para mi pelo.


Repetí tu nombre en cien sonidos,

levanté mi camello cansado

y seguí los pasos de la gran caravana.


Lo bueno que tiene un blog abierto, es que se puede mover, quitar y poner. Ayer en Cascante recigí el poemario de Antoñita y leyéndolo sigo pensando que sus versos cubrían su dolor con la belleza de sus palabras. Podría poner ejemplos de todos ellos, tan buenos me parecen.Me detengo en la dedicatoria que no recordaba y que me emociona.:

"Para Charo Fuentes mis poemas en el dolor, mientras contemplo su sonrisa"

Bibliografía 

VILLALÓN GARCÍA , Antonia : El Harén del Poeta Destruido, Colección Rosaleda 1984; El Despojo De Mis Hojas, Madrid, Ed Torremozas, 1987; Mis Cartas a Esperanza., ed Villalón García, 1987;La Aldaba , Ángaro, 1989; Historias de Andalucía la Baja., Agrupación Hispana de Escritores, 1991  Los Cuentos de Ana Reina, Agrupación Hispana de Escritores, 1995.  Tiempo Bordado en los Tapices., Agrupación Hispana de  escritores, 1995    

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              

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