viernes, 23 de julio de 2021

MANOLI

 Se llamaba Manuela Pérez Mora, creo que sin miedo a equivocarme puedo decir que fue una de mis grandes amigas nunca olvidadas . No escribía, al menos no convencionalmente para publicar, solamente para poner letra a sus canciones y a las canciones de los demás y cuando las tocaba con la guitarra se trasfiguraba, algo así como Jesucristo en el Monte  Tabor La encontré en Prometeo, haciendo risas con Luis Jiménez Martos, que era zumbón e irónico de fina guasa cordobesa, como Manoli de la madrileña castiza, allí estaban los dos cuchicheando entre risas, mientras Juan Ruiz de Torres se desgañitaba. Manoli tenía cierta configuración atlética y el pelo corto un si es no es castaño y solía vestir con ropa deportiva con clase, como las de Donosti en otros tiempos. Además de buen humor tenía una sensibilidad extremada. Lo suyo era el arte, sobre todo la música para la que tenía un oído especial -

- ¡El concierto de Navidad de este año, este director ha hecho un quiebro en el compás no se cuantos de inicio ¿No lo has notado. Es un director raro. 

 Al día siguiente lo mismo decían los mejores críticos musicales. 

o protestaba en un recital casi en voz alta-

 ¡Pero bueno, si nos está recitando el Génesis, pero en malo!

 Yo me carcajeaba con ella porque siempre acertaba. De su carácter destacaría su nobleza- era íntegra-  su sinceridad- jamás  ni se mentía a si misma ni mentía-  y su valentía, era capaz de arremeter contra cualquiera que vulnerase a los suyos. Leal y generosa amiga. No le gustaban los comunistas porque habían estado a punto de fusilar a su padre, un empresario importador de maderas nobles que debió tener tanto carácter como su hija y cuyo legado Manoli defendía:

 Yo soy Manoli Pérez Mora

He encontrado a veces en la vida amigas así que tienen en alta estima su cuna y su progenitor no tanto por el pedigree sino por los valores éticos o empresariales  que se intentan emular. Creo que hubiera sido ella una buena empresaria, como su tía Victoria Pérez, la dueña del Ruber,  que nos invitó a comer a las dos el día del funeral de Luis Rosales en Cercedilla. Una buena cabeza que saltaba desde los temas económicos a los artísticos con agilidad de gata, podíamos hablar de todo lo divino y humano sin aburrirnos nunca y sin criticar a nadie. Coincidíamos o quedábamos en los mejores actos culturales, fueran conferencias, exposiciones o recitales y muy frecuentemente en la Residencia de Estudiantes, cuyos actos poseían  la clase de la sencillez y de la categoría  nunca pedantes. Otras veces era en Escritores y Artistas, con Manrique de Lara y Leopoldo de Luis,  Prometeo con Juan, Rafael Montesinos en Cultura Hispánica o Círculo de Bellas Artes De su talante me asustaba su agresividad, siempre a punto el estoque - y la desinhibición con que se desarrollaba, pues pegaba hebra con cualquiera sin complejos. También tenía un gran y poco acomplejado corazón sin prejuicios. Un día me dijo :

- He invitado a la gitana que vende flores en Santa Rita- (la iglesia de Agustinos de Guzmán el Bueno al lado de su casa ) a desayunar a la Habana.

Me imaginaba yo a la selecta clientela de la Habana, una estupendísima confitería, con los ojos a cuadros y a Manoli y a la florista distendidas charlando.

- Anda, Manoli ¿Y eso?

- Porque tiene más categoría que muchos de mis vecinos. Me ha preguntado por mi madre y me ha regalado flores para ella, Así se demuestra la humanidad y no con tanto pijerío idiota.

La madre de Manoli había enfermado y allí estuvo ella sin salir de casa, con las ojeras hasta el suelo. Yo a veces iba a verlas y les llevaba bollitos Se suspendieron las tertulias caseras con Chati, su hermana, Juan Dorismond, su cuñado médico, el doctor José Antonio García Andrade, forense y el padre Álvarez, agustino y nosotras que hablábamos de poesía.  Según Manoli, el padre Álvarez le decía la misa a Aznar en la Moncloa.

- Vienen todos los domingos a buscarlo y lo traen y lo llevan.

A mi las charlas que me fascinaban eran las de García Andrade.

Creo que el sobreesfuerzo sentimental y físico de la enfermedad de su madre deterioró su salud, pues era imposible que tomase los problemas afectivos con serenidad y su madre era toda la vida que realmente defendía y le importaba. Murió su madre y al poco ella enfermó de cáncer.

La enterraron en el Escorial y el cielo azul me pareció aquel día más feo y más oscuro.



AL DIOS DEL AZUL Y DE LA BELLEZA PIDIÉNDOLE

                   (Para Manoli Pérez Mora, poeta, melómana y amiga)

 

Dios del azul, hasta Tí ha llegado Manoli.

acógela en tus brazos

porque siempre Te tuvo en su hondo corazón

en el espacio puro de la belleza y de la profunda música

donde recrean los hombres el mundo que les diste

y sus esferas altas.

 

Su corazón habitaba el vuelo de la sinfonía y del desgarro

Estaba forjado de la mano sostenida que pulsa las cuerdas

de la fortaleza del viento en la boca

de los dedos sensitivos que se entrecruzan desde lo hondo hasta lo agudo

desde el marfil a la caja de resonancia

desde la batuta hasta el silencio   Habitaba

desde el metal hasta el espíritu que de él brota

y estalla en  búsqueda

de Ti, Dios del azul y Dios de la belleza trascendida.

 

Retén en Ti sus abiertas manos generosas

porque era fría y caliente  nunca tibia  ni anodina  ni ajena.

Tú creaste sus ojos

capaces de buscar sin descanso la belleza perdida

entre los escombros de la vida humana

en este valle de llanto y de sonrisas

de amor y de estremecimiento.

 

Tú le diste un olfato capaz de perseguir Tu rastro sin perderlo

y un oído capaz de distinguir lo verdadero de lo falso

la piedra recia de la escayola dúctil

las voces firmes de los ecos baldíos .

 

Tú le diste la voz.

Oye su clara voz o rota o de poeta

porque sabía hablar con la palabra del fuego y de la hondura

con las palabras asociativas o disociativas

con la palabra de la guitarra abandonada en los márgenes del tiempo

 

Oye su propia voz   su voz recogida y derramada

su voz   o suya y nuestra  la de todos los hombres que estallan o se aquietan

porque les diste el don de la palabra herida.

 

Acógela en tus brazos   Padre

Eterno Dios Poeta  Creador del hombre y de sus sueños

de sus impulsos y de su añoranza

de sus paz y su guerra y su agonía

para que nuestra amiga Manolo llegue hasta Ti feliz

y  al fin  Dios del azul

abandonada entre tus dulces brazos

descanse.


(Fueron Un Tiempo, Tudela, Traslapuente, 2016)

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