Doctor en Farmacia, condecorado con la Cruz de Beneficencia, Medalla de Oro del Ayuntamiento de Cascante. Socio correspondiente del Real Colegio de Farmacia de Madrid, del Instituto Farmacéutico Aragonés y la Sociedad Española de Higiene. Merecedor de dos Medallas de Plata en la exposición de Navarra en 1880, dos medallas de plata en la Aragón y una mención honorífica en la Exposición Universal de París
Nacido en Fitero el 14-X-1826[1], hijo del farmacéutico de Fitero. Huérfano a los ocho años, conoce privaciones ya que no se aviene con el sucesor que, después de años de cambios e interinidad, se hizo cargo de la farmacia paterna al casarse con su única hermana. Escaso de medios económicos, se marchó de Fitero a Tudela para matricularse en el Instituto, cursando un primer curso de Filosofía. Buscó mejorar su posición y se trasladó a Zaragoza, donde perfeccionó la práctica farmacéutica en una farmacia, lo que le permitió terminar el bachillerato con sobresaliente. Cursó además Historia Natural y Química. Su primera vocación fue la médico, pero desde el año anterior no se podía estudiarla la carrera de Medicina en Zaragoza. Su amigo el farmacéutico zaragozano Ángel Bazán[2] le colocó en una farmacia en Barcelona y en su Universidad cursó la carrera de Farmacia iniciándola en 1844-45 y terminándola en 1849[3] Hombre humanista, debió también estar dotado para las letras. De su pluma amena y chispeante recojo los datos que da Calisto Orduna sobre sí mismo y que se recogen en “El Semanario Farmacéutico”[4] que retoma de Semblanzas y perfiles”, 21 septiembre 1890, Año XVIII, Cuenta que escribió en el periódico El Restaurador Farmacéutico en contra de las tesis del profesor, Fons pero que éste no le guardó rencor y le dio un sobresaliente. Narra con humildad y gracejo que fue esta época estudiantil ya desde Zaragoza cuando ejerció casi de literato, fomentado por el cátedro Calvo Asensio[5], y que escribió en todos los periódicos políticos y literarios que se publicaban, un tiempo de "orgía intelectual" que le llevó a polemizar en prosa y en verso con literatos como Mané y Flaquer, pero cuenta que acabó quemando sus versos y solamente conservó, a petición reiterada de Calvo Asensio, un “Juicio Farmacéutico del año” escrito en octosílabos, con el que se despidió como vate. Aunque, dice con humor, que dio consejos poéticos al fosforero Lizarbe, que presentó sus fósforos y bujías en la exposición de 1857 sobre sus malas quintillas en las cajas de fósforos cascantinos. Estas consideraciones jocosas hablando de su propia vida mostraban a un hombre nada petulante que era capaz de reírse de sí mismo.
La Universidad de Barcelona conserva su expediente académico, del que forma parte el Discurso pronunciado en noviembre de 1851 al acabar la carrera: "De la Farmacia". En 10 páginas manuscritas, Calisto Orduna reivindica la Ciencia Farmacéutica como una reunión de conocimientos de Química, Física y Ciencias Naturales, afirma que es la Farmacia una ciencia independiente de la Medicina y que, como tal, mantenía su órbita propia. Afirma creer en la ilustración y el progreso, recomienda la modernización de los medios, la creación de escuelas donde se enseñe las Ciencias Naturales y acaba rindiendo reconocimiento a todos los ilustres farmacéuticos que le precedieron.[6] Acabada la carrera, vuelve a Navarra y hace prácticas en 1950 en la farmacia de Fitero, pero el 2 de septiembre de 1851 debió trasladarse a Cascante, ya que, a la muerte del farmacéutico de Cascante, Pedro Urbasos, regentó su farmacia, siendo en 1851 el único farmacéutico de la localidad. Figura en el censo municipal en el archivo municipal cascantino como soltero residente en la casa de la viuda de Urbasos. El 9 de julio de 1852 se casó con Margarita Urbasos Íñigo, hija del farmacéutico difunto, en la Iglesia de la Asunción de Cascante[7]. Constaba en el patrón domiciliado en la Plaza de la Constitución Nº2, actual Plaza de los Fueros, la misma casa hoy de su bisnieta la también farmacéutica María Pilar Lapuerta, contigua a la farmacia de Ana y Marta Algerich, hijas de María Pilar[8]. En 1854 la Junta de Beneficencia le ordenó que se proveyese de medicinas por caso que la ciudad fuera invadida por la epidemia de cólera, como así fue. De su carácter filantrópico deja constancia el Ayuntamiento de Cascante al darle las gracias por haber renunciado a favor de las arcas municipales de los 157 reales de vellón que se le debían por haber suministrado a los pobres medicamentos durante la pandemia[9]. Calisto Orduña quiso con su vida y conducta dignificar la Farmacia y sus profesionales. En las declaraciones del citado artículo del “Semanario Farmacéutico” en que nos venimos apoyando, en la entrevista que firma en Siboni [10], afirma
He arrimado el hombro a mi clase, he procurado enardecerla; mi inteligencia y mi bolsillo siempre estuvieron a su servicio; pero amagos desengaños, cosechados en mi larga vía expiatoria, y hoy a nada ]aspiro sino a vivir en santa calma los pocos años que me restan de existencia, y a rogar, mientras aliente, porque alumbren los oscuros horizontes de la farmacia nacional”[11]
Botánico ilustrado, perteneció a Orduna la actual huerta de los Lapuerta, Los Tilos, llamado entonces “la Huerta del boticario", situada en la carretera y la actual calle que lleva su nombre en Cascante. En 1857 la cercó y la dedicó a cultivos medicinales y experimentos botánicos con todo tipo de flores, hojas y semillas que generosamente regalaba a los científicos que se las pidieron. De esa época se conserva un tilo que todavía queda en pie, aunque existieron dos ejemplares al menos hasta los años 70, así como también un frondoso laurel
El 16 abril de 1861, enviudado de Margarita Urbasos, se casó con Anastasia de Allo y Urbasos en la Iglesia de la Asunción de Cascante[12]. Amante de la familia y buen y leal amigo de sus amigos, ciudadano ejemplar, tenía como aficiones la música y la horticultura. Sus inquietudes intelectuales siempre abarcaron más que su profesión y Estaba suscrito a revistas y publicaciones científicas y otras publicaciones como Semanario Cristiano"; Diccionario Geográfico", "La Moda elegante-"- "La Ilustración Española y Americana", entre otras. Científico, nunca abandonó los estudios, y siguió como boticario desde Cascante manteniendo una gran actividad intelectual con laboriosidad perseverante; y en 1866 se doctoró en Madrid con una tesis con un tema puntero, dado las infecciones y amputaciones y bajas causadas por las heridas de guerra. Su tesis fue publicada y se conserva en la Facultad de Medicina de la Universidad Central y en las bibliotecas de las principales universidades europeas, Oxford y Lisboa. Puede leerse íntegramente en internet[13]. Está dedicado al muy Ilustre Ayuntamiento de Cascante como prueba de Consideración y Respeto:
“De la Desinfección y medios de lograrla. La Química satisface en ese punto de un modo completo las aspiraciones y necesidades higiénico médicas?" Discurso leído en la Universidad Central por D. Calisto Orduna Abadía, Caballero de la Orden civil de Beneficencia, e individuo de varias corporaciones científicas, en el solemne acto de recibir la investidura de Doctor Académico en la Facultad de Farmacia".
Sin embargo, la generosidad del boticario no parece que fuera correspondida por sus colegas boticarios, ya que en 1871 un aguaducho del río Queiles se llevó en sus aguas, semillas plantas y flores de la huerta y no parece, se queja Orduna, que sus compañeros de profesión le correspondiesen con la misma generosidad mandándole ejemplares de lo perdido, pues afirma que sólo Bazán y Chiarlone[14], le enviaron semillas. Poco rencoso, Orduna, recuperado, vuelve a ofrecer sus semillas a los colegas.[14]
Industrioso y hombre práctico, y utilizó sus conocimientos agrícolas para expandir el progreso y crear riqueza. Emprendió pequeñas industrias agrícolas de vinos, aceites, destilaciones de anises y licores, de frutos secos, jaleas, siropes, manzanilla, laurel y tila documentando sus experiencias en nuevas publicaciones. En 1870 publica “Cuatro palabras sobre agricultura y ligeras indicaciones acerca de pequeñas industrias agrícolas, memoria premiada en el concurso provincial de Zaragoza. El texto, luego editado había sido publicado en la revista “La Ilustración Española y Americana, XXXVII, 23, 11,1866.
Consiguió con sus productos de industria agrícola dos Medallas de Plata en la exposición de Navarra en 1880, dos Medallas de plata en la Aragón y una Mención Honorífica en la Exposición Universal de París. De 1880 es una nueva publicación en la que el industrioso boticario explica sus avances y la posible trasformación de la agricultura en pequeñas fábricas rentables, y oportunas : Ratos de ócio aplicados á la práctica de pequeñas industrias agrícolas dedicados á la Excma. Diputación de Navarra / por Calisto Orduna Abadía,
Si la palabra no estuviera alejada del contexto podríamos hablar de sus avances de agricultura e industria "ecológica"; estaba preocupado por activar industrias agrícolas en la zona para hacer rentable la agricultura. Entre sus industrias agrícolas, Jarabe de Chordón,vino generosos dulce y seco, aceite de oliva, manzanilla ( flor) flor de malva, flor de malva, opio español, cantáridas y adormideras, Se recoge ésta información en el "Seminario Farmacéutico" nº 45[2] con comentarios a propósito de la Exposición Farmacéutica Nacional.
Perteneció a una generación de hombres estudiosos y al mismo tiempo prácticos y avanzados, cívicos, filantrópicos y amantes de la naturaleza. Desde la humilde farmacia de un boticario del siglo XIX sus ideas de botánica y agricultura aplicada le hicieron ser pionero y constituyeron una avanzadilla del S. XXI. Porque en su rebotica manaban las ideas y los avances Calisto Orduna tenía el espíritu de un "amigo del País", ya que no solo quería el progreso sino hacerlo rentable y ponerlo al servicio de todos, de ahí el empeño en que la Diputación de Navarra le atendiera. Repartió por los ayuntamientos de los pueblos su estudio: "Memorias sobre la agricultura"
No estaría mal que en la "Semana de la Verdura" se le recordase
Ciudadano ejemplar, sus ocupaciones y actividades no le impidieron participar en la vida municipal, así en 1875, tras la proclamación de Alfonso XII, siendo en del Concejo, D. Manuel Bellido y Sánchez de Arquíñigo, fue teniente de alcalde del Ayuntamiento.
José Javier Uranga le rememora en “Homenaje a las verduras” en un artículo publicado en Diario de Navarra en la sección “El gallo de san Cernin” , 5 de agosto de 1883. El artículo de Uranga, que reproduce parte del folleto de Orduna, publicado en 1880, nos cuenta que el buen boticario se proponía celebrar con prensa y amigos un banquete, teniendo como comida, bebida, postre, café, copa y puro e incluso la vajilla , hechos exclusivamente con los productos de su huerta, banquete el que no iban a faltar el cordero, palomas y gallinas - criados con verduras y cereales de la huerta- ni tampoco los moluscos (imaginamos que caracoles) el trigo para el pan, el lino transformado en manteles y servilletas, cubiertos tallados con madera de tilo y vajilla hecha de calabazas debidamente impermeabilizadas. Elaboró los vinos, el aceite, el vinagre, el aguardiente anisado con anís de la huerta, el azúcar de la remolacha, el café de achicoria y hasta tabaco. Todo estaba a punto, pero la invitación no se llevó a efecto por la desmoralización que le produjo la muerte prematura en 1876 de su único hijo varón, Lorenzo,[17] estudiante en Zaragoza, a la edad de quince años.
En 1883 fue agraciado con el nombramiento de Farmacéutico de la Real Casa y tuvo el privilegio de poder poner usar las armas reales en el establecimiento. Era en 1889 el sexto mayor contribuyente cascantino por sus propiedades territoriales. Miembro destacado del Consejo Farmacéutico español, subscritor del Seminario Farmacéutico desde el primer momento, afirma, en el artículo citado del “Semanario Farmacéutico” citado, que su vida ha sido dedicada a enardecer la profesión farmacéutica arrimando el hombro; que su inteligencia y su bolsillo siempre estuvieron a ese servicio profesional de dignificar la profesión. Cuando hace esas declaraciones a Pardo Bartolini[18] en “Semblanzas y perfiles y que recoge Farmacia española en septiembre de 1890, el farmacéutico cascantino ya a nada aspira sino a vivir en calma, la muerte del único hijo varón en plena juventud había llenado al padre de desconsuelo. Los desengaños, dice “han ido deshojando la espléndida flor de mis ideales.
Calisto Orduna Abadía murió en Cascante el 24, julio, 1890.Un acta municipal refleja su muerte [19] Está enterrado en el cementerio de Cascante. La revista "Semanario Farmaceutico " publica el un sentido obituario a su muerte en el nº 55 de la revista el 21 septiembre de 1890.Un nuevo Obituario fue publicado en la revista Seminario Farmaceútico 7, agosto, 1890,
La Farmacia de Calisto Orduna Abadía permanecería en la familia. Pasaría a su hija Maria Jesús Orduna y Allo que casó con el farmacéutico Joaquín Jacinto Mª Loste y Torres y casaría, ya viuda, con el también farmacéutico Juan Lapuerta Asín [20].
[1] FERMANDEZ MARCO, J. I. Cascante, Ciudad de la Rivera, T III, p 450
[2] Ángel Bazán Auded, (Almudévar 1826- Zaragoza 1891) Destacó como analista de productos alimentarios. Primer farmacéutico que instaló un laboratorio para hacer prácticas de bromatología
[3]“https://issuu.com/universitatbarcelona_ahistoric/docs/examen_calixto_orduna_abadia_1677ac70597117
[4] Semanario Farmacéutico”, n. 55 p.435 ss. Declaraciones de Calisto Orduna que recoge la revista. De Semblanzas y Perfiles, entrevista de Luis Siboni, A Orduaa . Tabani, originario de Murcia, era farmacéutico y periodista (1841-1926) Todas las declaraciones de Orduna, hablando de si mismo, destilan humor y chispa, son divertidas y nada pedantes y de buen estilo literario
Ibidem, p. 436
[5] Pedro Calvo Asensio (Mota del Marqués 1821- Madrid, 1863) Político, farmacéutico, periodista y dramaturgo español, fundador de la revista “El restaurador farmacéutico”
[6]https://issuu.com/universitatbarcelona_ahistoric/docs/examen_calixto_orduna_abadia_1677ac70597117
[7] Archivo Diocesano de Navarra, Diócesis de Tudela, Parroquia de la Asunción de Cascante, libro de Matrimonios.
[8] FERNANDEZ MARCO, OP. Cit. p.219
[9] A.M. C: Acuerdos Data, 27, octubre, 1855
[10] Semanario Farmacéutico, nº.51, Luis Siboni “Semblanzas y perfiles”, 21 septiembre 1890, Año XVIII, Declaraciones de Orduna, p.635.
[11] “ibidem p 367
[12] Archivo Diocesano de Navarra, Diócesis de Tudela, Parroquia de la Asunción de Cascante, Libro de Matrimonios.
[13] https://www.amazon.es/Discurso-Leido-En-Universidad-Central/dp/1167326512
[14] Quintín Chiarlone (Madrid,1814- 18 74) Farmacéutico, vicepresidente del colegio de Farmacéuticos de Madrid, historiador de la Farmacia, enólogo, periodista y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina.
[15] Seminario Farmacéutico, nº55, .
[16] Diario de Navarra, 5-5-1973
[17] El nombre de su hijo es información que debo a la cortesía de su sucesora Pilar Lapuerta Ramos.
[18] Manuel Pardo Bartolini, Farmaceútico liberal, director del Instituto Farmaceútico Agonés y catedrático de Ciencias Naturales de la Universidad Literaria.
[19] AMC, Data. Cascante, 9 agosto, 1890
[20] Archivo Diocesano de Navarra, Diócesis de Tudela, Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Cascante, 28 – octubre 1896
Bibliografía de Calisto Orduna
ORDUNA ABADÍA, C. Ratos de ócio aplicados á la práctica de pequeñas industrias agrícolas dedicados á la Excma. Diputación de Navarra / por Calisto Orduna Abadía. Pamplona, 1880, Imprenta Provincial, (á cargo de V. Cantera)
ORDUNA ABADÍA, C. Cuatro palabras sobre agricultura y ligeras indicaciones acerca de pequeñas industrias agrícolas, memoria premiada en el concurso provincial de Zaragoza. Zaragoza 1870 Editorial Castro
ORDUNA ABADÍA, C. Tesis doctoral=De la desinfección y medios de lograrla. La química satisface en este punto de un modo completo las aspiraciones y necesidades higiénico- médicas. Madrid, Imprenta de la Regeneración, 1866; Sig 4D4866 ORD, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Farmacia. Tesis 1853-1946.
ORDUNA ABADÍA, C. Almanaque universal religioso, mitológico, republicano, zoológico, agrícola, de flora, farmacéutico e higiénico, Zaragoza 1857, Editorial José Bedera
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