La cita fue también el tema de otra gran película , Esplendor en la yerba de Elia Cazán.
Oda a la inmortalidad, de William Wordsworth
Aunque el resplandor que
en otro tiempo fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas.
Aunque mis ojos ya no
puedan ver ese puro destello
que en mi juventud me deslumbraba.
Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos,
porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo.
En aquella primera
simpatía que habiendo
sido una vez,
habrá de ser por siempre;
en los consoladores pensamientos
que brotaron del humano sufrimiento,
y en la fe que mira a través de la muerte.
Gracias al corazón humano
por el cual vivimos;
gracias a sus ternuras, a sus
alegrías y a sus temores, la flor más humilde al florecer
puede inspirarme ideas que, a menudo,
se muestran demasiado profundas
para las lágrimas.
Sería petulante por mi parte comparar mis poemas con el precedente, cierto que no lo tuve en cuenta cuando lo escribí, pero la idealización del recuerdo subyace también como tema en estos míos de "Fueron Un Tiempo"
COMO EN LA PELICULA DE GARCI
(o el juego de volver a empezar)
Rebobinar el video y darle marcha atrás caminar contra el viento, retomar aquel día fijar el color sepia de la fotografía saber que se regresa del país del jamás
Nadar contra corriente, anda que te andarás colada de traiciones en la pureza fría del río hacer, amar tanto como solía y volver a empezarse cuando de vuelta estás.
Amigo que nostálgico revisas el trayecto con rotos, apatía, soledad y desgaste y apodado en el quicio del fracaso sollozas
Desanda la memoria por el camino recto vuelve otra vez al paso, carga lo que dejaste nunca fueron un lastre las ilusiones mozas
JUEGOS DE MIRADA Y BELLEZA
“So long as men can breathe or eyes can see”
Willian Shakespeare
La belleza fue agua que escondimos en cestas y feliz derrochamos como sin ton ni son pero aún duele en mis manos su dureza de halcón y las glorias benditas que tú llevabas puestas.
Nunca llevó la aurora toda tu luz a cuestas (siempre extendí los ojos hacia tu corazón) yo que lidié contigo , me herí contigo y con esa dureza hice mis canciones de gestas
Que no se precie el tiempo, la arena ni la muerte de haber precipitado tu belleza de estío y, si lo pretendió, no consiguió vencerte.
Existes inmortal, no por mérito mío No eres tú, es la mirada, es propia la hermosura. ¿Lector no ves la rosa temblar en tu lectura?
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