(I) DE LA LEY A LA LEY, LA TRANSICIÓN
Carmen Cubero Marqueta
Efectivamente unas veces de más y otras de menos. Y que intención tuvo al escribirlo?. Por que lo hizo? Por hacerte de menos?. Hay muchos que por eso lo hacen...
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(I) DE LA LEY A LA LEY, LA TRANSICIÓN
Pero ¿Hemos avanzado? No todas
Es costumbre arraigada echar mano a las cartas privadas de escritores y personajes públicos. Son especialmente impúdicas las cartas de amor, porque quien las escribe es vulnerable; el amor hace a quien lo siente vulnerable, está convencido de la lealtad de quien las recibe.
Quizá que el destinatario las publique es una traición a quien las envió.
Quizá darlas a la luz busca el
ensalzamiento del receptor, aunque ridiculice a quien las emitió porque en modo alguno podía imaginar que iban a ser publicadas.
Como norma general en conflicto entre tres, caso reciente, la persona, o la familia, abandonada, debería respetar la voluntad de quien los dejó por otra o por otro y no arremeter contra la nueva pareja. Al fin, el cese fue voluntario.
¿Puedo disculparse ante el ataque público que se publique lo que pertenecía a lo privado a modo de defensa?. Las autobiografías suelen auto justificar a quien las escribe, para ello las escribe.
Moral o inmoral, sería otro cuestión, otro debate.
Existe la responsabilidad personal, Si el que se va la tiene o no en cuenta es su albedrío, su culpa o su disculpa. Libertad y responsabilidad lo mismo de quien le recibe.
Resulta penoso la protesta pública del abandonado o abandonada. Por muy doloroso que sea, parece poco racional achacar la culpa a otra o a otro y no al protagonista del abandono.
Todavía más penoso en el caso de que la nueva pareja triunfadora arremete contra la antigua. Parece que, en este caso, se ha optado por no arremeter y reivindicarse a una misma
Una autobiografía que no leeré, mejor no hurgar en sentimientos ajenos, ni dar lugar a que se comercialicen.
s
Día 2 de noviembre, fecha con que se conmemora a los difuntos. Esta vez fui a arreglar la capilla de los míos con antelación, pues viajaba en esas fechas. No por ello deja de encogérseme algo el alma al saber que todos los que me precedieron yacen. En su recuerdo, y tal vez en el próximo mío, dedico las mejores palabras de otros que siguen conmoviéndome
"Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir:
allí van los señoríos,
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos".
(Jorge Manrique)
" Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostáljico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
(Juan Ramón Jiménez)
Todo lo que pienso y he dicho sobre la muerte están en varias entradas de este blog y en alguno de los poemarios que he incluido en otro. Siguen siendo pobres palabras al lado de las estremecidas de Manrique y Juan Ramón. Descansen en paz todos los difuntos
Día de la Hispanidad, la gesta que hizo que el mundo cambiara de perspectiva y .apertura a un nuevo conocimiento de la diversidad. Feliz día para todos los que nos sentimos españoles y para todos los países cuyas gentes llevan en su corazón algo de España,
Mi santo en octubre me evoca otros santos. Era la Virgen del
Rosario muy esencial en casa, pues mi madre también se llamaba Rosario,
posiblemente en honor de una hermana de su madre que así se llamaba. Yo nací el
once de octubre, por lo tanto cerca, así que ganó mi madre en la apuesta que se
llevaba con su familia política y me puso su nombre, con lo que mi pre-madrina
no consiguió llamarme como mi abuela paterna Teresa- y declinó la oferta.
Teresa es mi segundo nombre. Me pusieron el nombre de mi madre y de mis dos
abuelas. Romero se llamaba mi abuela materna, nombre de la patrona de Cascante.
Dijeron que en casa estábamos las tres partes del rosario, tía, madre e hija,
aunque a mí nunca me llamaron Rosario. Era mi tía Rosario alta y erguida. Había
sido rubia y se peinaba siempre con un moño bajo con horquillas de concha y
siempre la vi vestida de negro; sus ojos azulísimos inspiraban ternura, aunque
sus modos eran serios y severos. Fuimos a vivir con ella cuando mi madre se
marchó de casa de mi abuela por culpa de su novio. Mi madre era morena, con un
pelo precioso, quizá fue en su juventud algo altiva, guapísima, una
autoconfianza en ella que a lo largo el tiempo no me resultó tal, pues vi cómo
su melena se convirtió en pelo ralo y a su seguridad en aislamiento al que
la sometió su luego marido, que yo no entendí, pues me dolía, pues que yo
conocí su deterioro. Ella era bachillera. Se la ve en las fotos de antes de la
guerra, siempre con una melena corta y ondulada. Tenía ojos garzos y un lunar
negro encima de los labios. Llevaba ropa bonita, como de figurines de la
época, y los zapatos originales y elegantes, así estaba en las fotos de antes
de morirse mi padre, luego todos, hasta nosotros niños, nos pusimos de
negro, pero no me acuerdo, pues me faltaba un mes escaso para los dos años. Mis
recuerdos fueron muy posteriores. Estas fechas de octubre Cascante
se queda frío, cuando sopla el cierzo y el otoño se presenta de pronto con sus
aires inoportunos y chirriantes. Cuando no hay viento los atardeceres son
rojizos y tibios y el cielo se presenta sereno y acogedor, aunque algo
nostálgico, porque las carretas de uva, en una región eminentemente vinícola,
pasan por las calles con su olor entre dulzón y ácido y con ellas sabemos que
ha venido el otoño y su vendimia. Antes eran carretas y carros tirados por
caballos, luego fueron tractores cargadísimos con cubas y comportas y ahora son
furgonetas y tractores ruidosos. Las casas se destemplan. El cielo es azul,
azulísimo y los atardeceres son coloreados como un tinte de vino tempranillo o
garnacha. Era octubre también tiempo de recoger las almendras, pues en la zona
suelen los propietarios poner varias filas de almendros en las lindes de las
parras. Nosotros- mi hermano y yo- teníamos alguna viña así, herencia de mi
abuela paterna, que luego se pulió nuestro padrastro, pero hablo de un
tiempo en el él había aparecido, pero todavía no reinaba. En Octubre empezaba
nuestro internado en Tudela, pero, si no recuerdo mal, para cuando empezaba iba
mediado el mes, o sea que podíamos, porque nos divertía, asistir a los rituales
de la pela de almendras en un zaguán de casa, al lado de la entrada. Es curioso
el recuerdo y también como el sueño disfraza la memoria. Venían a casa
peladoras de almendras, las más de ellas mayores o mujeres oscuras con bigotes
y se ponían sentadas en sus sayas en sillas bajas de anea bordeando el montón y
entre rezos de rosario y chismes y diretes y dimes pelábamos almendras
quitándoles las vainas. Se rezaban murmullos, letanías, y ahora , cuando lo
evoco, me puede recordar a algo mitad tétrico y sin embargo mágico , como el
duelo de la Casa de Bernarda Alba o algún esperpento de Valle Inclán, quizá
porque entre las peladoras había una vieja desdentada y bigotes que contaba con malicia historias de muertos,
de desaparecidos, leyendas del pueblo como de novias abandonadas, soldados de
la guerra de Cuba, mientras los gatos maullaban o saltaban por entre las
almendras con sus pieles lustrosas. Aquello, algo como de cuento de Poe, me
provoca la melancolía cuando llega octubre y me saltan un poco los moquillos al
recordar nuestro santo, la Virgen del Rosario el santo sobre todo de mi madre y
octubre.
Otoñal
melancolía
pierde el
otoño las hojas
las parras se
ponen rojas
cubre la neblina el día
ya se escapa
la alegría
de las fiestas
de verano
y tras el
otoño humano
pone el
invierno su fecha
allá arriba
nos acecha
el rayo de un
Dios arcano
Con el otoño
nos viene
un si es noes
de tristeza
no sé si canta
o si reza
mi corazón., se
entretiene
pues no sabe
lo que tiene.
y acusa mi desvarío.
Lo llamo: “Corazón
mío
de qué herida
convaleces
que sin porqué
languideces?
-
no es nada, solo es el frío
Es Humor
negro, Durero
la pinta con
un compás
y unas alas
por detrás
algo caótica,
pero
refleja su
cuerpo entero
despeinada,
meditando
enajenada
pensando
aunque no
sepamos que.
Así yo la
contemplé
me acosa de
vez en cuando.
Sé que la
melancolía
-
enfermedad de la mente
es alma es que
se resiente
porque se
encuentra vacía.
El dolor la
desafía
a un duelo
circunstancial
que no es
duelo total.
La pérdida es mala suerte
duelo total es
la muerte
la murria es
sentimental
“En el corazón
tenía
la espina de
una pasión”
Yo recuerdo la
canción.
recito la
poesía.
Llevo la
melancolía
aunque nadie
lo adivina
en mi sangre
con la espina.
Perdidos o recobrados
los amores no arrancados
son pasión en
mi retina
La inspiración que las pinturas, los frescos, las imágenes y los retablos inspiran en el lugar donde se emplazaron nada tiene que ver, pese a su exacta belleza, cuando se sitúan en un museo. Lo complicado es poder preservar tantos bienes de las rapiñas de los ladrones y los robos hechos por encargo de los coleccionistas de arte sin muchos escrúpulos,
El monasterio unido a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, luego de la Orden de Malta, fue fundado por doña Sancha de Castilla, acogió entre sus muros a reinas y princesas, estaba regido por religiosas a las que debían obediencia los freres que cuidaban de sus liturgias y sus necesidades espirituales. Es muestra de la religiosidad y el poderío de la nobleza femenina, ya que es fundación real. No era un monasterio de clausura. Símbolo también del protagonismo de algunas mujeres ya desde la edad media.
Citaremos otros Monasterio femeninos, el primer femenino del Cister es el cercano a Cascante, Santa María de la Caridad de Tulebras, en Navarra el de San Esteban de o Monjardín, cisterciense, Santa María la Real de las Huelgas de Burgos, fundado por Alfonso VIII de Castilla y sus esposa Leonor de Inglaterra y San Miguel de las Dueñas en León, fundado por María Nuñez de Guzmán. Nuestra Señora de la Visitación, Descalzas Reales de Madrid, es de la Orden Clarisa, fundada por Juana de Austria. Veneración siento por el bellísimo de los Jerónimos de Granada, obra de Diego de Siloé, desamortizado, pero rescatado por Cristina de Arteaga monja jerónima, hija del duque del Infantado que recibe en herencia el Carmen de los Mártires y lo cambió al la ciudad por Los Jerónimos.
Hay muchos monasterios de gran valor artístico y místico diseminados por toda la geografía que guardan tradiciones de maitines, silencio, rezos y cantos gregorianos. También, que no está reñida, de gastronomía. Cuando llegan las navidades los monasterios femeninos sacan sus dulces a la calle, así en Plaza Real de Granada, o este diciembre en la Plaza Mayor de Madrid con un trajín de venta de duces conventuales, tejas, yemas, mazapanes dulces exquisitos para golosos y lamineros. Me traje yemas y hojaldres.
Hoy es un buen día para Sijena, y para quienes valoran la espiritualidad, el arte y la historia y, en ella la de la mujer. Ojala los frescos vuelvan a brillar y consiga el retorno dar al monasterio vida y culto con una comunidad religiosa femenina, es la mejor forma de evitar el deterioro y el olvido.
No estaría de mas que a los cargos políticos se les exigiera que documentaran sus currículum, que no bastase con decir sino con demostrar. Está claro que, cuando se achacan méritos que no se han alcanzado, el que lo hace tiene sus complejos, lo mismo que cuando se minimiza a quien sí los tiene. La impostura.
Si para cualquier puesto de trabajo o oposición se exigen documentos acreditativo, no entiendo porqué no en puestos de alta representación cívica
Mi caso es el contrario, a pesar mío.
En la publicación de D Ángel Raimundo Fernández González, catedrático de Literatura de la Universidad de Navarra, en su trabajo sobre Río Arga y sus Poetas pone como currículum en mi ficha
"Es una de las figuras literarias de la poesía navarra actual más conocidas dentro del ámbito nacional. Su formación cultural amplia y bien cimentada espolea sus ansias de conocer y saber frecuentando los círculos poéticos culturales de Madrid". Y algunas boberías más. Soy licenciada.
En realidad fue la única ficha que no se atuvo a la realidad. Naturalmente le convenía ocultar mi currículum y mi capacitación académica de Licenciada en Historia y Humanidades Modernas en la propia Universidad.
La publicación fue editada por Príncipe de Viana, fue pues una publicación oficial. Yo soy licenciada e intentaba hacer mi tesis doctoral en la Universidad
Tenía otro currículum que "ser conocida" Pienso que, si bien me hizo de menos a mí, de menos resultó él , porque lo que se espera de un catedrático es que sea riguroso y no falsee las fichas a su conveniencia
¿Por qué no lo denuncié? Porque me enteré cuando el libro estaba escrito y porque no confiaba en que la Universidad fuera capaz de reconoce la falta de rectitud de uno de los suyos. Era mi director de tesis
Cuando en otro texto hablaba de la propia dignidad, que no el orgullo, me refería a situaciones así; decir que soy licenciada no es orgullo, es sentido de la propi dignidad. Y de la verdad-
Fue mucho más avieso que lo que he dicho. Pero todos callan